El Concello contaba desde 2017 con un contrato de suministro de energía eléctrica con la empresa Iberdrola que se podría haber prorrogado por este año, pero la incesante subida del precio de la luz ha llevado a esta y a otras compañías a renunciar a las posibles ampliaciones de este tipo de contratos, ya que la facturación debe ajustarse a lo que ofrecían en su día y no a lo que cobran en la actualidad.

Esta situación ha obligado al Concello a sacar a concurso de forma urgente el suministro de energía eléctrica con un incremento aproximado del 10%, hasta llegar a 1.550.000 euros al año. Además, el contrato sería solo por un máximo de dos ejercicios, ya que se teme que un plazo más amplio deje desierto el proceso.

El concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, señalaba ayer que en los últimos años, la factura que paga el Concello aumentó un 35% y el alumbrado público ya supone un millón de euros aproximadamente.

Este concurso corresponde aproximadamente al 70% de todos los consumos municipales ya que la gran variedad de modalidades provoca que sean varios los contratos con las empresas. El alumbrado público es el que supone mayor gasto de todo este servicio, con más de 20.000 puntos de luz en todo el municipio. También se adjudicará con este contrato el suministro de las escuelas infantiles y colegios públicos y de todas las dependencias municipales, entre ellas el Pazo da Cultura, el principal "consumidor" por detrás de las farolas.

Este proceso afecta a los puntos de potencia inferior a diez kilowatios/hora, que supone 210 puntos de suministro, desde terminales de iluminación en las calles hasta inmuebles municipales, que suman algo más de diez millones de kilowatios al año. En 2015 fueron 1.620.000 euros los destinados a estas facturas y en 2016 bajó a 1.562.000. En 2017 se logró una ligera bajada a 1.484.000 euros, pero ahora vuelve a subir.

Según los últimos consumos, el "contador" con mayor necesidad de energía fue el Pazo da Cultura con casi 448.000 kilowatios, seguido de tres zonas de alumbrado: Andrés Muruais y su entorno, con 247.000, Sierra, con 244.000, Gutiérrez Mellado, con 197, y el área de A Xunqueira/parque Rosalía de Castro, con 195.000.

Por términos generales el Concello reserva cada año al menos 18 millones de euros para pagar servicios básicos como la energía eléctrica, la recogida y tratamiento de basura y el abastecimiento de agua. La principal responsable de que la factura por estos gastos se haya disparado es la energía eléctrica.

A finales del pasado el Concello ya tuvo que implementar 30.000 euros más para hacer frente al aumento de la factura de la luz y subir un 10% la partida destinada al pago de la factura en los colegios. Este desfase solo se detectó en los centros de enseñanza porque la progresiva introducción de la tecnología led en la iluminación pública permitió un notable ahorro energético. Si en 2011 se habían reservado 2,2 millones de euros para pagar el alumbrado público y otras facturas de la luz, dos años después esa cifra ya superaba los 2,6 millones, en buena parte para pagar la iluminación de las calles.