Miles de horas de servicio con el uniforme de la Guardia Civil. El Instituto Armado en Pontevedra dedicó el día de hoy, en el que se cumplen 175 años de la fundación del cuerpo por parte del duque de Ahumada, a sus veteranos. Un emotivo acto en el que el salón de actos de la Comandancia se llenó de guardias civiles en reserva o jubilados para ser homenajeados por aquellos que son sus "herederos" aún en activo.

El comandante recordó la creación del cuerpo en 1844, con los primeros seis mil agentes de la Guardia Civil, con menos medios y personal que actualmente, pero que "les dotó de algo fundamental, unos principios y valores de amor al servicio, compañerismo o lealtad" que "aún se mantienen vigentes hoy en día en nuestra cartilla". De los jubilados dijo sentirse "orgulloso" dado que ellos han transmitido a las nuevas generaciones de guardias estos valores y asegura que ellos son "los artífices de que a día de hoy siga siendo la institución más valorada por los españoles".

En el acto de esta mañana se pudo ver un vídeo con las actividades realizadas por el aniversario de la Benemérita y otro elaborado por imágenes aportadas por los familiares de los veteranos en los que se observó como era la Guardia Civil de entonces, "ni peor, ni mejor que la de ahora, que es, simplemente, mucho más moderna, aunque con los mismos valores".

El emotivo acto dio paso a un vino español en el que se recordaron miles de anécdotas. En la reunión participó uno de los primeros generales de la Guardia Civil que tenía su origen en la comandancia de Pontevedra, Luis Iglesias Martínez, quien recordó como uno de los servicios que más le marcó el atentado del Grapo en Pontevedra. Tras el robo de un coche en la ciudad del Lérez, los terroristas fueron detectados por la Guardia Civil y tirotearon al agente Manuel Gascón cuando intentaba detenerlos, quien ayer también compartió un vino con sus compañeros en este acto en la Guardia Civil.

Otro agente, Julio González, recordaba otra operación que nunca se le irá de la cabeza y que vivió en primera persona: "A desarticulación no 1984 do comando Donosti en San Sebastián e tamén do carniceiro de Mondragón, aquela foi unha noite moi longa, así como os 15 días que viñeron despois". Eran los años del plomo del terrorismo, ¿lo más difíciles para la Guardia Civil? El general retirado Iglesias Martínez responde con contundencia: "En la Guardia Civil todos los años son duros, nunca se relaja", sentencia. "Si bien es cierto el terrorismo de ETA se ha quedado más apaciguado, que no eliminado, ahora tenemos el yihadismo, que es totalmente distinto y que por lo tanto también obliga a la Guardia Civil a ponerse las pilas".