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Seguridad Vial en la comarca y La labor de prevención por parte de Tráfico

La Guardia Civil vigila en el área de Pontevedra a más de 1.300 conductores multirreincidentes

Dos agentes siguen los pasos a los delincuentes viarios en O Salnés, Umia y Pontevedra, con más de 400 imputados en 4 años -"Los hay con el carné retirado hasta el 2032, pero les da igual y siguen conduciendo"

Los dos agentes que integran este equipo de vigilancia a conductores de riesgo del Destacamento de la Guarda Civil de Tráfico de Pontevedra, J. A. A. y J. C.D. antes de un control. // Gustavo Santos

La multirreincidencia es una de las principales problemáticas en materia de seguridad vial. La mayoría de los conductores cumplen las normas o, cuando cometen alguna infracción (y más si es grave), suelen hacer propósito de enmienda. Sin embargo, hay un porcentaje elevado de infractores a los que no parece importarles la sanción o las medidas (incluso privativas de libertad) que se pueden tomar contra ellos por sus actitudes temerarias en carretera. Son conductores multirreincidentes, que acumulan múltiples infracciones pero que, aún así, no dudan en seguir saliendo a la carretera en donde repiten sus comportamientos imprudentes.

Sacar a estos peligrosos conductores de las carreteras de la comarca e intentar reconducirlos es el principal cometido del equipo de vigilancia de reincidentes del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra. Compuesto por los agentes J. C.. D. y J. A. A. (prefieren no revelar sus nombres), estos dos funcionarios son testigos en primera línea de esta preocupante problemática en materia de seguridad vial.

Las cifras y los ejemplos que manejan dan una pequeña muestra de la gravedad de la situación: "Controlamos a entre 1.300 y 1.500 conductores multirreincidentes en el área de Pontevedra", es decir, los ayuntamientos de la comarca pontevedresa (salvo los viales urbanos de la capital, competencia de la Policía Local), de O Salnés y el Umia. Se trata de aquellos "conductores de riesgo", es decir, que suman una serie continuada de sanciones administrativas o penales de carácter grave, como conducciones temerarias, alcoholemias, positivos por drogas, conducción sin carné...,en definitiva, actitudes que indican una nula o, cuando menos, muy escasa intención de cesar en estos comportamientos al volante.

De su experiencia han comprobado que se trata de una problemática muy difícil de atajar, dado que muchos de estos conductores acumulan tantas sanciones que "les parece que ya no tienen nada que perder". "De hecho, últimamente estamos detectando que se nos dan muchos a la fuga, no solo a nosotros, sino a nuestros compañeros en cualquier control de Tráfico", explica J. C.D. "Supongo que piensan que, como ya tienen el carné retirado, es mejor evadir el control y así, si no me cogen, no me imputan otra vez", añade, "es como una bola de nieve que va creciendo".

Esto provoca, explican, que haya muchos conductores que estén acabando en prisión por delitos contra la seguridad vial: "Hay mucha gente que está cumpliendo penas de cárcel por delitos continuados", explica J. A. A., "conocemos un conductor que suma ya penas de prisión hasta 2021 por condenas acumuladas", indican.

Con todo, parece que a veces ni tan siquiera la cárcel es suficiente para hacerles cambiar de idea. "El otro día, sin ir más lejos, se detectó a un conductor que lleva seis o siete condenas judiciales y estuvo en prisión. De hecho, la última parte de la condena la cumplió en el CIS de Vigo al que acudía a dormir. La semana pasada lo volvimos a coger con alcoholemia positiva y tuvimos que volver a imputarlo", señalan. Tampoco las sanciones económicas parecen ser un freno, dado que ese mismo conductor acumulaba multas por valor de 17.000 euros en los últimos años.

La retirada del carné tampoco les para. Un vilagarciano al que siguen de cerca tiene el récord con hasta 13 condenas por delitos viales: "Seguimos a conductores que tienen el carné retirado por varias resoluciones judiciales hasta 2032 o 2026 pero les da igual y siguen conduciendo", explican.

Problemas de alcoholismo

Uno de los problemas, señalan, es que en ocasiones detrás de estos conductores se esconde algún otro problema crónico de alcoholismo u otros problemas de carácter social. En los cuatro años que llevan compaginando esta labor con sus patrullas de Tráfico habituales, este equipo ha imputado ya a más de 400 conductores: "223 por conducir sin carné y el resto por alcoholemias positivas y drogas".

Actitudes peligrosas

El problema es la peligrosidad que suponen en carretera para ellos mismos y el resto de usuarios y también aportan datos que lo demuestran: "En 2017 constatamos que el 25% de los fallecidos en accidente de tráfico en nuestra demarcación eran conductores multirreincidentes, uno de ellos un conductor sin carné", por eso siguen atentos para intentar sacarlos de la carretera.

Sin ir más lejos, en uno de los últimos accidentes mortales de este año en Catoira, el conductor de la moto que provocó el accidente al salirse de la calzada circulaba bajo los efectos del alcohol. Falleció su acompañante. Ahora está siendo investigado por homicidio imprudente. Esta persona, era uno de los conductores de riesgo que estaba bajo seguimiento de este equipo de la Guardia Civil.

En otros casos, el perfil de multirreincidente está asociado también al de un pequeño delincuente con infracciones en otros ámbitos, como el tráfico de drogas, el furtivismo, etc.

Educación y reproche social

Lo que sí tienen claro estos agentes es que, aunque se mantenga la presión sobre estos conductores por parte de Tráfico en las carreteras, la solución a esta problemática tiene que llegar de la mano de la educación vial desde la juventud. También a través de un mayor reproche social del conjunto de la ciudadanía a este tipo de comportamientos. Explican que, aunque se trata de verdaderos delincuentes viarios, la sociedad no acaba de percibir que el delito al volante sea igual de execrable que otros ilícitos salvo en el momento en el que se producen las consecuencias graves y mortales: "El resultado final de estos comportamientos es tener que llamar a una familia a las cuatro de la madrugada para decirles que su hijo ha fallecido en accidente", reflexionan.

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