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Pilar Posada: "El futuro Montecelo comenzará con 16 camas en la UCI, un 60% más que ahora"

"Ha disminuido muchísimo la tasa de accidentes de tráfico", asegura la facultativa

Pilar Posada González en la renovada sala de espera de familiares de la UCI en Montecelo. // Gustavo Santos

Cerca de un centenar de profesionales sanitarios de Galicia, Madrid, Cataluña y Baleares se darán cita hoy en Pontevedra en la XXXII reunión anual de la Sociedade Galega de Medicina Intensiva. La jornada se celebrará en el Pazo da Cultura bajo el lema "Caminando hacia el futuro" y está organizada por el área sanitaria de Pontevedra. La presidenta del comité organizador es la jefa de servicio de Medicina Intensiva dle CHOP, Pilar Posada González.

-¿Por qué es tan importante esta reunión?

-Para nosotros ha sido un reto prepararla. Es una reunión anual de intensivistas de Galicia. En los últimos cuatro y cinco años hemos recuperado el fuelle para sacarlo adelante. Nosotros somos de las UCI más pequeñas de Galicia, junto con Ferrol, por eso organizar esto para nosotros es un reto. Nos gusta que la gente venga a conocer esta ciudad y que sepan lo que estamos haciendo aquí para ponernos un poco en el mapa.

-Uno de los objetivos de esta jornada es la adaptación de los servicios de cuidados intensivos a los retos sociales y sanitarios del siglo XXI. ¿Cuáles son?

-Los cuidados intensivos han avanzado muchísimo en los últimos años no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también en la corriente que estamos llamando de la humanización, es decir, para tener en cuenta las necesidades como persona del paciente y de su familia. Este es un gran reto para nosotros y ya estamos trabajando en ello desde hace años en distintos hospitales. Además, hay otros, como la extensión de los cuidados intensivos más allá de las cuatro paredes de la UCI, como poder atender precozmente a nuestros pacientes e incluso poder darles un soporte posterior, porque hay una serie de complicaciones que se derivan de la estancia prolongada. Por otro lado están los retos relacionados con la informatización de todos los ámbitos, que también afecta al ámbito hospitalario. Es algo que esperamos poder conseguir en el nuevo Montecelo, pero en concreto los pacientes de UCI generan una enorme cantidad de información que, manejada a través del Big Data, nos va a dar herramientas para el futuro.

-¿Qué capacidad tiene la UCI del Hospital Montecelo ahora?

-Solo tenemos 10 camas. Es una UCI pequeña para el tamaño del hospital. Pero hay que tener en cuenta que una parte de los pacientes graves quirúrgicos los llevan en la unidad de postoperados. Tenemos cierta flexibilidad con las camas y a veces terminamos compartiéndolas. En el próximo hospital esperamos aumentar sustancialmente el número de camas.

-¿Cuántas serán?

-En principio se van a abrir 16 camas, lo que supone un 60 por ciento más, pero es una UCI pensada para el futuro más lejano, por lo que habría la posibilidad de ampliarla a 20 camas. Con 16 camas sería un buen comienzo para nosotros.

-¿Se dan casos de pacientes en cuidados intensivos en sus propios hogares?

-No. Lo que sucede es que a veces hay pacientes que se cronifican mucho y acaban saliendo de la Unidad de Cuidados Intensivos pero necesitando cuidados de enfermería, no intensivos. Nosotros no enviamos pacientes a casa; sería algo extraordinario. Van a otras plantas hospitalarias. Hay determinados problemas, como los derivados de la ventilación mecánica prolongada o el encamamiento que se arrastran durante meses e incluso un año. Ahí es donde pensamos que los cuidados intensivos pueden tener un papel de seguimiento.

-¿Existe la formación específica de enfermera en cuidados intensivos?

-No, desgraciadamente no. Cuando se han contemplado las especialidades en enfermería, por algún motivo que yo no alcanzo a entender, no se incluyó la de cuidados críticos, lo que me parece un error de bulto. Es una enfermería muy específica que necesita formación porque son una parte fundamental del cuidado de los enfermos, las que están todo el día a pie de cama.

-¿Cuál es el perfil del paciente de UCI?

-Nosotros aquí atendemos fundamentalmente a pacientes médicos, es decir, pacientes que tienen una enfermedad a veces crónica que se agudiza o una enfermedad aguda. Se ponen muy mal y necesitan un soporte especial. Son, por ejemplo, los pacientes con neumonías graves, insuficiencia cardíaca, con infecciones severas de cualquier origen... También atendemos traumatizados, pero en menor número. Y esto es así porque ha disminuido muchísimo la tasa de accidentes de tráfico en los últimos años y porque aquí nosotros no atendemos pacientes que tengan traumatismo craneal grave, a esos los tenemos que derivar.

-En el proceso de humanización de la UCI de Pontevedra destaca la ampliación del horario de visitas de los familiares, ahora de 13 a 14.30 y de 17 a 20.30 horas, mucho más amplio...

-Era una vieja demanda de los familiares, pero también algo que nosotros, como profesionales, veíamos. Aunque hay pacientes que están completamente sedados y no son conscientes de si su familia está o no, aunque su familia sí que sufre, también hay otros enfermos que pasan por fases despiertos. Para estos últimos, el tener el apoyo de su familia es algo muy importante. De hecho, se ha visto que en las unidades donde hay mayor estancia de los familiares, los pacientes necesitan menos medicación sedante.

-¿Cuánto personal trabaja ahora en la UCI?

-Somos 9 médicos, 20 enfermeras, además de la supervisora, 12 auxiliares de clínica, un celador y una auxiliar administrativa.

-¿Es suficiente?

-Nosotros siempre decimos que es poco. Así como de personal médico creo que podemos cubrir nuestro trabajo, pienso que deberíamos tener más soporte en enfermería y auxiliares de enfermería, incluso de celadores. Estamos muy justos. Hay momentos en los que es muy complicados, sobre todo porque en la UCI no puedes prever personal por lo que puede venir.

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