Desde el pasado sábado, los vehículos ya pueden estacionar de nuevo en la explanada del Mosteiro de Poio. Las obras para el acondicionamiento de la plaza, que comenzaron a mediados de marzo con una inversión de 40.000 euros (10.000 euros menos que la oferta inicial), ya han finalizado y solo faltan por pulir algunos pequeños detalles.

Los trabajos que se realizaron, a cargo de la empresa Nexia, consistieron en la canalización de pluviales, así como el acondicionamiento de la explanada con zahorra y cemento, la instalación de canales para el agua en superficie y los bordes de los alcorques de los árboles. El aspecto de la explanada es similar al anterior, pero con mejor firme y con mayor consistencia, porque la zahorra lleva cemento.

La actuación contemplaba la realización de una zanja donde se ajustará una red para aguas pluviales y limitar también, de este modo, que la lluvia cause daños en el piso y reducir así los charcos y socabones; se ha instalado en la parte más alejada al monasterio, toda vez que de la parte más próxima al edificio religioso se mantendrá el surco para el desagüe de la lluvia.

Además, actualmente se está procediendo a la instalación de riego automático en una zona de los jardines exteriores del monasterio que no contaba con ellos, aprovechando que la plaza estaba levantada por las obras.

El plazo de ejecución se retrasó ligeramente, pues el Concello tenía previsto que las obras finalizaran antes de Semana Santa o, al menos, antes del 1 de mayo, pero finalmente la fiesta de los Maios se tuvo que trasladar a otra ubicación al no estar la explanada todavía en condiciones.