Ence-Energía y Celulosa presentó ayer sus resultados correspondientes al primer trimestre del año, una intervención en la que el consejo de administración de la pastera volvió a hacer hincapié en la situación que atraviesa su fábrica de Pontevedra.

La empresa reiteró que "ante la inseguridad jurídica generada por el cambio de criterio de la Dirección General de Costas en relaciónn a la prórroga de la concesión de Ence-Pontevedra, la compañía ha decidido congelar todas las inversiones no comprometidas en esta planta e iniciar los trabajos de ingeniería necesarios para concentrar las inversiones en la biofábrica de Navia, manteniendo los objetivos del Plan Estratégico 2019-2023", tal y como ya había anunciado.

Además, el consejo de administración de Ence ratificó "que no existe otro emplazamiento viable ni económica ni técnicamente en Galicia para reubicar la planta de Pontevedra en el caso de que esta desapareciese", por lo que la única alternativa es continuar en Lourizán o el cierre.

Ence-Energía y Celulosa logró un beneficio neto en el primer trimestre de 17,3 millones, un 41,6 % menos que un año antes, que se atribuyen a diferencias de cambio y el aumento de los inventarios de celulosa de cara a la parada de la biofábrica de Navia (Asturias), que será más larga de lo habitual para aumentar su capacidad.