El presidente de honor de la Sociedad Filarmónica de Pontevedra, José Luis Fernández Sieira, falleció en la mañana de ayer en Pontevedra a los 91 años. Su desaparición ha provocado una cadena de condolencias desde distintos colectivos de la ciudad, a la cabeza la entidad que dirigió y también Amigos de Pontevedra, colectivo que reactivó con sus semblanzas, o la Peña de la Boina, que le dedicó en 2011 su homenaje anual de Honra e Louvanza.

Nacido en A Pobra en 1928, no llegó a conocer a su padre, que falleció de cólera tras declarase una epidemia en el barco en el que viajaba emigrado de Nueva York a Buenos Aires. Tras esta muerte la familia se traslada a Pontevedra cuando el pequeño José Luis solo contaba con 2 años.

Su madre se asienta en el barrio de Santa María y desde pequeño siente interés por la música, hasta el punto de aprender piano y solfeo de un modo autodidacta, habilidades que se consolida durante sus años como alumno del Instituto.

Con 18 años se incorpora a la Filarmónica y en el año 1972 fue nombrado secretario general de la sociedad, en la que ascendió en 1981 a vicepresidente y tres años después a presidente, cargo que desempeñó hasta que en 1994 fue nombrado presidente de honor.

De los 27 años como directivo valoraba especialmente "el haber conocido a músicos eminentes de todo el mundo, porque esa es la gran tarea de la Filarmónica a lo largo de su historia, acercar la música al espectador". Su amor por la música también lo hizo merecedor de la Insignia de Oro de la Coral Polifónica.

Para cuando dejó la directiva de la Filarmónica ya hacía más de una década que escribía y leía cada año las semblanzas de los premiados por Amigos de Pontevedra. El vicepresidente de esta asociación, Manuel Dapena, es uno de los pontevedreses que ayer expresó a FARO su pesar por la pérdida de alguien que fue "un baluarte para Amigos de Pontevedra, un referente absoluto. Amigos pasaba un momento difícil y sus semblanzas fueron un motivo importante para reactivar las xuntanzas. Con sus semblanzas estaban de acuerdo ateos católicos, militares, antimilitares y el alcalde, porque hacía reír a todo el mundo".

Fernández Sieira inició estas semblanzas en 1982. "Las he hecho de todo tipo", explicaba al diario decano en una entrevista, "de médicos ilustres, de personas muy humildes como un muchacho del hospicio que desde niño y hasta los 60 años estuvo tirando del carro de la imagen de la Virgen Peregrina en el día de la procesión, también ministros como Pío Cabanillas, Fernández de la Mora, ha habido muchos tipos de gente, sobre todo muy humilde... Amigos de Pontevedra premia no solo a famosos sino a personas humildes como un panadero, churrero etc, personas de todo tipo".

Su buen humor no solo le hizo autor de las semblanzas sino que motivó que en 1986 fuese nombrado pregonero del Carnaval.

El cuerpo de José Luis Fernández Sieira es velado desde ayer en las salas Virgen del Camino (antiguo Asilo), de donde saldrá esta tarde hacia la basílica de Santa María, el templo donde fue monaguillo y que a las 17 horas será escenario de su funeral.