La fábrica de Ence "cumple estrictamente os parámetros medioambientais, esa é a verdade, gústelle a vostede ou non". Esta fue la respuesta de la conselleira de Medio Ambiente de la Xunta, Ángeles Vázquez, a una interpelación planteada por el diputado del BNG, Luis Bará, en el Parlamento de Galicia.

Vázquez explicó que la administración autonómica está siendo "rigurosa" en el control de la actividad de la fábrica de Lourizán, incluso más que en la época del bipartito, señalando que los técnicos realizaron "de oficio" desde 2015 tres inspecciones en profundidad a la pastera. Una ese mismo año, otra en 2016 y otra en 2018. La conselleira considera que se trata de una "auténtica auditoria ambiental" que dio como resultado "o cumplimento total" por parte de la fábrica de los parámetros exigidos. Adelanta que la fábrica será sometida a una nueva inspección en 2019, algo que "non fixeron vostedes co bipartito" cuando se le renovó la autorización ambiental.

Bará lamentó que la conselleira siga actuando como "xefa de prensa de Ence" o como "membro do consello de administración" y calificó a los populares de "vendidos" por cambiar su postura respecto a la pastera. Recordó que primero "votaron un acordo para que Ence marche da ría" y luego acabaron cambiando la ley de Costas, permitiendo su continuidad en Lourizán, "pola presión dos grandes grupos empresariais, a presión do IBEX e polas portas xiratorias". "Eu, coma muller, non me compra nin me vende ninguén", respondió Ángeles Vázquez, insistiendo en que la Xunta está "do lado da legalidade".

Bará pidió en dos ocasiones a la conselleira, sin obtener respuesta, que condenase "a campaña mafiosa de Ence e o seu sindicato amigo" contra "forzas políticas democráticas e a concelleira Carme da Silva". Tras afirmar que "Pontevedra non paga nin vota a traidores", aseguró que "non nos van a amedrentar con coaccións e ameazas".