Cientos de personas se han sumado esta mañana a la marcha promovida por CCOO y UGT en Pontevedra con motivo del Día del Trabajador. La cabecera de la manifestación mostraba una pancarta con el lema de este Primero de Mayo: "Las personas primero", que reivindica una mayor humanización del mercado laboral tras años de recortes y precariedad. Las centrales sindicales también reivindican que empresas y empleadores apuesten por la igualdad y la cochesión social.

Los trabajadores de Ence también se han sumado a la marcha en un Primero de Mayo teñido por la incertidumbre del futuro de la pastera en Lourizán. Vestían los chalecos con el lazo verde que simboliza la lucha por sus puestos y además portaban dos pancartas con reivindicaciones sobre el futuro industrial de Pontevedra y el empleo.

Los secretarios xerais de UGT y CC.OO., José Antonio Gómez y Ramón Sarmiento, respectivamente, animaban estos días a participar en los distintos actos del Primero de Mayo. "Le recordamos a la clase política que no olvide que los derechos sociales que recoge la Constitución no deben ser papel mojado y que es necesario construir una sociedad más democrática e igualitaria", subrayaba Gómez.

Junto a él, Sarmiento abogaba por que "no haya otra alternativa de gobierno que no sea la de las fuerzas políticas comprometida con la izquierda" y con las demandas sindicales. "Queremos escribir nosotros la historia y hacer que pase", expuso, a preguntas de los periodistas sobre si avalarían un pacto entre PSOE y Ciudadanos.

UGT y CC.OO. pusieron sobre la mesa sus exigencias, por lograr un "empleo de calidad" y la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012. Además, piden el establecimiento de 1.000 euros al mes como salario mínimo interprofesional para 2020, un plan contra la explotación laboral y el tráfico de seres humanos, una prestación de ingresos mínimos "que les permita salir de la miseria a las decenas de miles de familias sin recursos" y el aumento del gasto en sanidad y educación.

También demandan la derogación de la reforma de pensiones de 2013, un plan de choque por el empleo de calidad, la reforma del estatuto del trabajador autónomo con la mejora de los derechos del colectivo y una reforma fiscal "integral" que suponga el aumento de los ingresos públicos y la tributación de los que tienen mayor capacidad de pago.

Por otra parte, exigen la "no discriminación por razón de género" y la garantía de la igualdad real entre mujeres y hombres, "tolerancia cero" con la siniestralidad laboral y un modelo basado en el estado social y democrático de derecho.