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José Manuel Rey: "La historia de la ciudad y la Sociedad Arqueológica deberían vertebrar los viejos edificios del Museo"

El pontevedrés trabajará también por adaptar la institución provincial al público del siglo XXI

FARO entrevista al nuevo director del Museo de Pontevedra

FARO entrevista al nuevo director del Museo de Pontevedra

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FARO entrevista al nuevo director del Museo de Pontevedra Pontevedra

José Manuel Rey García es el nuevo director del Museo de Pontevedra, cargo que ocupa desde hace una semana. Releva a Carlos Valle al frente de una de las instituciones más importantes de la provincia y con las ideas muy claras: acercar el Museo a la ciudadanía y modernizarlo adaptándolo al siglo XXI respetando su esencia cultural.

-Lleva menos de una semana al frente del Museo de Pontevedra. ¿Cuál es ahora su visión de la institución desde dentro?

-Que es mucho más grande que el museo que yo dejé hace 30 años. Hay muchas más instalaciones, dependencias, recursos, personal... Esta semana ha sido tremendamente intensa porque es un volumen muy grande de información que hay que ir interiorizando poco a poco. Estos días estoy intentando cogerle el aire a la casa: hablando con los trabajadores, presentándome, visitándolos en cada uno de sus departamentos y hablando con ellos y transmitiéndoles las cosas en las que yo creo. Además, hay que tener en cuenta que estamos en una organización que no es un ente aislado, sino que forma parte de otra más amplia, la Diputación provincial. Con ella tenemos que tener interacción a muchos niveles.

-La idea, desde la propia Diputación, es que el Museo adquiera la condición de organismo autónomo...

-De momento no sé más que lo que se ha sabido por la prensa. Es algo sobre lo que no puedo aportar ningún tipo de información. Se ha abierto un período de exposición pública para que la gente aporte sus ideas, inquietudes, deseos... pero desconozco el resultado de ese proceso ni tengo información para posicinarme.

-¿Pero cree que puede ser beneficioso?

-En los museos se dan situaciones múltiples de todo tipo. Siempre dependen de otras administraciones, que organizan de la manera que consideran más conveniente. Hay museos que son organismos autónomos, los hay que son fundaciones, otros que son consorcios... Tanto si es autónomo como dependiente de una Administración pienso que no debe ser motivo de preocupación. Creo que es más fácil incorporar mecanismos para abrir al Museo al sentir de la sociedad a través de la presencia de un patronato, un consejo asesor, uno consultivo que pueda incorporar sensibilidades distintas. Ahí pueden estar presentes gestores del mundo de la cultura, el patrimonio, organizaciones, empresas... que aporten su experiencia y eviten la dependencia exclusiva política en alguna medida y ofrecer una visión global y cooperativa. Eso es lo importante.

-Su nombramiento como director respeta, de alguna manera, aquel deseo de Filgueira Valverde de que esté al frente del Museo alguien que lo conozca desde las bases. Me refiero a su etapa como becario a finales de los ochenta.

-Cuando llegué aquí, Xosé Filguiera Valverde ya estaba jubilado en el Museo. Por aquel entonces ya era Carlos Valle el director, pero Xosé andaba por aquí y conozco su inquietud al respecto. Me consta, también a través de Carlos, ese deseo de la continuidad a través de personas que hayan estado vinculadas al Museo de alguna manera. Yo fui becario de Arqueología tres años, pero por circunstancias de la vida después estuve en el cuerpo de arqueólogos de la Xunta. Siempre me he sentido vinculado al Museo de Pontevedra emocionalmente. Quiero al Museo y lo siento. Soy ciudadano de Pontevedra y paseante de la ciudad. Estoy muy contento por, 30 años después, poder cerrar ese ciclo y me gustaría que este fuese mi último trabajo.

-¿Cree que el Museo de Pontevedra puede crecer aún más?

-El Museo tiene seis edificios, que es algo inaudito a nivel del Estado. Tiene una superficie gigantesca y unas condiciones extraordinarias. Pero hay dos edificios que están cerrados y que me gustaría ver abiertos al público y poder complementar y diversificar las ofertas. Pensar en un séptimo edificio da vértigo.

-¿Cuál es su propuesta para el Castro Monteagudo y el García Flórez?

-Son edificios históricos y tienen limitaciones de accesibilidad. Tienen un valor extraordinario por lo que significa ver en ellos cualquier tipo de colección. Hay que pensar en un proyecto de rehabilitación, y son proyectos costosos. Me gustaría en intentar sacarlos adelante lo más rápido posible, y no va a ser este año ni el que viene. Son proyectos que requieren de anualidades, de la participación de distintos agentes. No va a ser una decisión exclusiva del Museo ni de la Diputación, sino que dependerá de permisos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, del Concello de Pontevedra... Llevará su tiempo.

-¿Qué tipo de contenidos son los más adecuados para este tipo de edificios?

-No se puede hablar de manera concreta, pero sí que planteé dos ideas en mi propuesta para la Dirección que creo que darían sentido a estos dos edificios: recuperar dos elementos que no tuvieron la presencia que deberían tener en el Museo por determinadas circunstancias. Una es la necesidad de contar con un espacio para reconocer la importancia de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, sin la cual no se puede entender lo que es hoy el Museo de Pontevedra. Necesita un espacio en el que se le haga justicia como institución pionera en el Estado español con una visión holística del patrimonio cultural, preocupada por la arqueología, la toponimia, la epigrafía, la musicología, la documentación...

-¿Y la otra idea?

-La Sociedad Arqueológica de Pontevedra dedicó mucho tiempo a conocer la historia de la ciudad y creo que otro de los hilos que deberían vertebrar a estos dos edificios es Pontevedra como ciudad y territorio. Contar a través de la historia de la ciudad la de la provincia e incluso la de Galicia.

-¿Se conservará el camarote de la nave de Méndez Núñez?

-Bueno, ahí hay que pelear (risas).

-Otra de las bases de su proyecto es abrir el Museo a la ciudadanía y atraerla, ¿cómo se puede conseguir?

-El Museo de Pontevedra es un museo moderno. Otra cosa es que tenga que adaptarse a las demandas de la sociedad. Entre todos tenemos que buscar ese punto de encuentro. Hay que ofrecer un museo del siglo XXI para adaptarnos a lo que el público demanda. Una museografía de ahora no tiene nada que ver con la de hace cinco o diez años, unos talleres didácticos tampoco. Tenemos que adaptarnos. Se seguirán haciendo exposiciones temporales, pero intentaremos diversificar e incluir otras cosas también. Por ejemplo, exposiciones multimedia con videocreación. Estoy pensando, por dar ejemplos concretos, en "Van Gogh alive". Son exposiciones de impacto, pero siempre con una base cultural muy clara y muy orientada y relacionada con los contenidos del Museo.

-¿Somos reacios a acercarnos a nuestro propio museo?

-No es algo exclusivo solo de los pontevedreses. En los últimos años se teoriza sobre el "no público" y se intenta saber qué es lo que le lleva a no ir a los museos.

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