Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se cumplen siete años del cierre de una institución fundada en 1879

Las monjas buscan financiación para reabrir el asilo cuyo edificio rechazan poner en venta

"Es una casa muy importante para nosotras, tanto por su tamaño como por su historia y los muchos años que pasaron desde su fundación", explican las Hermanitas -En 2012 se valoró su reforma en 9 millones de euros

Instalaciones del asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Pontevedra, cerradas desde 2012. // Gustavo Santos

Ni está en venta el inmueble ni quieren renunciar a su gestión. Así de tajantes se muestran las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, propietarias del antiguo asilo de Pontevedra en Loureiro Crespo, cerrado hace justo ahora siete años. Además, confirman que su intención es "reabrir el asilo en cuanto se pueda", que básicamente es en el momento en el que puedan disponer del dinero necesario para reformar el enorme edificio y adaptarlo a las actuales normativas aplicables a este tipo de instalaciones sociosanitarias. Situación que fue, precisamente, la que provocó su cierre en 2012.

Quien confirma que la orden religiosa sigue trabajando para conseguir financiación e intentar reabrir el asilo es la madre superiora de la congregación en Caldas, quien también explica las razones por las que las Hermanitas descartan totalmente una venta del inmueble: "Para nosotros es una casa muy importante", subraya, "no solo por el edificio, sino por su historia, pasaron muchos años desde su fundación", explica, por lo que consideran vital conservarlo. Cabe recordar que la institución abrió sus puertas en la calle Loureiro Crespo en el año 1879.

Tampoco parecen dispuestas a una cesión del inmueble para que sea gestionado por otra entidad ya sea pública como privada. Así quedó de manifiesto con los últimos contactos mantenidos con la Xunta, que finalmente no llegaron a buen puerto. La idea es "volverlo a abrir pero nosotras", insisten.

Buscan ayuda

Desde la congregación confirman que el principal escollo es la financiación y confirman que en este asunto también han venido trabajando en los últimos años. De hecho, en los contactos que mantuvieron con la Xunta también se le planteó a la administración esta posibilidad de reabrir ellas el asilo, pero después de reunir los recursos imprescindibles para renovar el edificio, algo para lo que iban a necesitar toda la ayuda posible. Aseguran que siguen buscando la financiación necesaria.

La madre superiora de las Hermanitas en Caldas reconoce que poder reunir la financiación necesaria no será fácil: "El problema es que la obra que hay que hacer para que cumpla todas las normas que se exigen son muchas", señala, y por lo tanto la inversión también parece desorbitada.

Coste muy elevado

En el momento en el que se detectaron los primeros problemas para adecuar las instalaciones del antiguo asilo a las normativas del sector, la congregación encargó a un despacho de abogados un informe sobre el coste que tendría adaptar el edificio a la legislación: Entonces se valoraron las obras necesarias en unos 9 millones de euros, sin contar el coste de informes técnicos, proyectos o licencias, entre otros. Es por ello que las monjas son conscientes de que la tarea de reabrir el asilo no va a ser nada fácil, pero insisten en que "en nuesta mente está recuperarlo" y afirma que la congregación "sigue trabajando" para reunir el dinero necesario.

En cuanto al estado de conservación del edificio, después de siete años cerrado, aseguran que "es bueno" y que "no está descuidado", precisamente por la importancia que tiene para la congregación y se realizan constantes labores de mantenimiento.

El futuro del asilo de Pontevedra, cerrado en 2012, volvió a la actualidad en octubre pasado después de que la Xunta desvelase que estaba en negociaciones con la congregación religiosa para poder convertir el inmueble en la residencia de la tercera edad pública que han comprometido para Pontevedra.

Sin embargo, la negativa de las religiosas a desprenderse del inmueble y de su gestión provocó que estas negociaciones no llegasen a buen puerto y así se le comunicó al Concello de Pontevedra, al tiempo que se le solicitaba al ayuntamiento que propusiera una serie de parcelas para acoger esta infraestructura.

La respuesta del gobierno local no se hizo esperar señalando cuatro posibles alternativas con solares en la antigua urbanización de Tafisa, Valdecorvos, A Parda o la rúa da Barca. También planteaba la posible utilización de algún edificio de la Xunta que está infrautilizado como puede ser la antigua sede de Sanidade.

El Concello quiere que la Xunta acepte cuanto antes algunas de las cuatro opciones planteadas con el fin de licitar en 2020 esta futura residencia de la tercera edad que es uno de los compromisos del Gobierno gallego con Pontevedra.

Compartir el artículo

stats