Margarita Dopico, la madre del bebé al que su expareja asesinó tras prender fuego a un coche con él dentro recurrirá "a donde haga falta, a Europa" para defender su denuncia contra la Guardia Civil, que, según asegura, le denegó auxilio el mismo día en el que acudió al cuartel para alertar del peligro que sufría su hijo. Así lo anunció ayer en Pontevedra, donde participó en una rueda de prensa acompañada de personal del Concello de Pontevedra, entre ellas la responsable del Centro de Información á Muller, CIM, Rosa Campos.

Una sentencia reciente absuelve al agente que le atendió aquel fatídico día de 2010, que concluyó varias horas después con su pequeño Pablo, de 14 meses, muerto. La expareja de Margarita Dopico fue condenada a 23 años de cárcel por este crimen, ya que manipuló una bombona de butano y prendió la llama de un mechero. Su intención inicial era matarse con el niño, pero en el último momento abandonó el coche y dejó que el bebé se quemara.

Sin embargo, pasada solo una mínima parte del duelo por la pérdida de su hijo, un dolor incurable, la madre decidió interponer tres años después una denuncia contra el agente que le atendió entonces por minimizar el riesgo que había sobre la vida del pequeño.

Según la sentencia, la madre no supo trasladar de forma clara y suficiente el "terror" que estaba sufriendo ni mostró "una seguridad mínima para decir que el riesgo existía". Se justifica así la actitud del agente, que, según la víctima, le atendió "en la puerta" y no le hizo caso. "Me sentí desamparada y como una pordiosera", se lamenta ella.

Prevenir otros casos de violencia machista

"Esto me ha pasado a mí, pero le puede volver a pasar a alguna mujer más, y, de hecho, está pasando", advierte la mujer, que quiere que su caso sirva de ejemplo para que las cosas en materia de violencia machista se hagan bien desde el primer paso: la denuncia ante las autoridades.

Por ello anuncia que recurrirá la sentencia emitida cinco años después por el juzgado del que es titular el magistrado José Antonio Vázquez Taín.

El juez reconoce probada la existencia de una relación "tensa y atormentada", que la actitud de su expareja era "molesta" con continuos episodios de acoso, "chantaje emocional", insultos y amenazas telefónicas, pero avala que la autoridades no respondieran a sus denuncias.

Además, añade que Margarita Dopico no quiso presentar una denuncia por escrito y el magistrado se pregunta "qué madre dudaría en denunciar si creyese que alguien está intentando matar a su hijo".