Sin postores. Así se cerró la subasta judicial abierta por un juzgado de Pontevedra durante los pasados meses de febrero y marzo para adjudicar tres parcelas urbanizables en el antiguo solar de Tafisa. Quizá tenga algo que ver con el hecho de que no se presentaran ofertas la valoración que se realizaba de estas parcelas y que ascendía a 16,5 millones de euros entre las tres y que suponía realizar depósitos previos de casi medio millón de euros para participar, por ejemplo, en la puja por la finca más cara.

Se trataba de tres parcelas resultantes de la Unidad de Actuación 7 de PXOU que ordenó todo el ámbito de Tafisa y muy cercanas al mismo lugar en el que tanto Metrovacesa como Solvia están ya construyendo sendos edificios de viviendas, los dos únicos en marcha de la proyectada macrourbanización.

La más cara era la finca descrita como número 3 manzana 46C y tiene 2.925 metros cuadrados de superficie, estando valorada por el juzgado en 9,6 millones de euros, aproximadamente. Se correspondía con una de las parcelas que el antiguo grupo Lar vendió en 2007 a la inmobiliaria Costaverde en el momento en el que decidió abrir la promoción de toda esta bolsa de suelo a otras empresas. Se trata de un solar que da justo a la rotonda interior que articula toda esa urbanización.

Las otras dos fincas que salen a subasta están también en esta misma unidad de actuación de Tafisa. Se trata de una parcela urbana de 1.189 metros cuadrados que se valora en cuatro millones de euros, aproximadamente. La última es la finca denominada "parcela 46A1" y tiene 1.051 metros cuadrados. Su valor, según la certificación del cierre de subasta en el portal del BOE, es de 2,9 millones de euros.

Deuda de 21 millones

El juzgado de primera instancia número 2 de Pontevedra sacó a subasta estos tres bienes para hacer frente a una reclamación de cantidad de 21,3 millones de euros efectuada ante este tribunal por el BBVA, banco que figura como acreedor en este proceso judicial.

Ahora deberá ser el juzgado el que determine cuales son los siguientes pasos a dar pero lo habitual en estos casos es que, en las subastas que se cierran sin ningún postor, el bien sea el acreedor el que solicite al juzgado que le sea adjudicado el bien por el 50 por cien del valor por el que el bien hubiera salido a subasta o por la cantidad que se le deba por todos los conceptos. De no solicitarse esta adjudicación, el juzgado podría levantar el embargo sobre este bien, algo poco probable.

Así las cosas, todo hace indicar que el desarrollo urbanístico de todo o gran parte del ámbito de Tafisa quedaría, finalmente, en manos de los bancos o de inmobiliarias íntimamente ligadas al sector bancario. Mientras que las dos promociones que ya están en marcha actualmente llevan el sello de Solvia y Building Center (Banco de Sabadell y Caixabank); así como Metrovacesa (Santander y el propio BBVA, entre otros), estas tres parcelas podrían también acabar siendo propiedad de la entidad bancaria que las reclama.

Los dos edificios en construcción actualmente son los ubicados en las parcelas más próximas al casco urbano y uno de ellos da al frente del río Lérez, tratándose de una de las principales bolsas de suelo en desarrollo de la ciudad.