Los padrinos más madrugadores compraron la rosca ya el pasado fin de semana (la mayoría porque se va de viaje y para agasajar antes a los ahijados), si bien el grueso de ellos se hará con el tradicional postre de Pascua en estos cuatro días de puente que restan hasta el lunes.

Todos ellos buscan cumplir con la tradición de obsequiar a los ahijados, una costumbre que llena estos días los hornos, pastelerías y confiterías de olor a anís, la esencia que completa la receta de este postre tradicional a base de huevos, harina, levadura, manteca de vaca, sal, fruta escarchada y mucho azúcar.

Solo en el horno de Acuña se preparan en estas 4 jornadas un total de 35.000 roscas de entre 500 gramos y 3 kilos. En este obrador trabajan 60 personas en tres turnos diarios para satisfacer la gran demanda de más de 30 despachos que dependen de la cadena.

En la mayoría de los establecimientos las roscas se venden a precios que rondan los 16 euros kilo y constituyen la principal opción para agasajar en estas fiestas, por ejemplo las pastelerías Campolongo venden una media de 100 de estos postres cada día. Otras opciones son las no menos tradicionales monas de Pascua o los huevos de chocolate, alternativas dulces para compartir la felicidad de los más pequeños.