El mar no respeta ni a los héroes ni a las acciones valientes en medio de las olas. De la vida a la muerte solo hay un paso. Eso le ocurrió a Arturo Fontán Bouzas, un gallego residente en Fuerteventura desde hace casi una veintena de años. Se lanzó al agua en la playa de Tebeto, en el municipio de La Oliva, para tratar de rescatar a una mujer que se estaba ahogando. Sin embargo, mientras la joven pudo zafarse de las olas con un buggi que le habían lanzado, Arturo Fontán fue engullido por el mar. Cuando lo rescató el helicóptero de Salvamento se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Murió en el hospital.

El cielo tiene reservado un espacio para los héroes. A buen seguro que Arturo Fontán Bouzas (Sanxenxo 1981), el hombre que murió el pasado lunes por intentar salvar la vida a una mujer en la playa de Tebeto, término municipal de La Oliva, tendrá un lugar destacado.

La tragedia ha vuelto a golpear a esta familia natural de la zona de Montalvo, en el municipio de Sanxenxo. A principios de año perdieron a la matriarca Otilia, hace unos tres años, al hermano pequeño, Luis, y por si fuera poco, la muerte, hermano de su esposa. Un golpe que devastó a la familia. Aún sin haberse recuperado de aquellos trágicos momentos, un nuevo episodio mortal los vuelve a marcar. Mientras la mujer a la que trató de ayudar salvó su vida, Arturo deja viuda, un hijo menor de edad y un proyecto empresarial que se había consolidado con su socio Tito.

Hace 17 años

Arturo Fontán y Otilia formaron una familia en tierras gallegas. De esa unión nacieron Sandra, Alex, Arturo y Luis, los dos últimos fallecidos. Un matrimonio humilde y buena gente que trabajó duro para sacar adelante a los cuatro hijos. Allí, frente al hotel familiar, en la misma playa de Montalvo, nació la pasión de Arturo por el mar y por la pesca. La costa entre Portonovo y A Lanzada, especialmente la Punta Faxilda, era su preferida para capturar lubinas, sargos, congrios, corvelos o abadejos, robalizas o doradas.

Fontán llegó a Fuerteventura hace 17 años para trabajar en el sector de la hostelería, profesión en la que se inició en el hotel familiar y posteriormente en otros establecimientos turísticos de su municipio natal. Primero se fue a Morro Jable donde ejerció la profesión durante un tiempo, pero en una visita a Puerto del Rosario se encontró con unos amigos gallegos que lo invitaron a trabajar en la construcción, un sector en pleno auge en aquellas fechas.

Contrajo matrimonio con Ana Suárez, natural de Santiago de Compostela, con la que tuvo un hijo, también llamado Arturo, que a principios de agosto cumple 14 años.

Arturo Fontán se desplazó al pasado lunes hasta la costa norte de Fuerteventura, a Tebeto, para comprobar el estado del mar y poder pescar al día siguiente con su barca, una de las ilusiones que hizo realidad en la Isla y con la que salía al mar con sus amigos. Nada más llegar con su todoterreno, observó un alboroto en la orilla y a varias personas pidiendo socorro. No lo pensó dos veces, se despojó de la ropa y se lanzó al agua donde había una mujer en apuros.

La chica, de origen colombiano, logró zafarse de las olas gracias a que le arrojaron un buggi y pudo agarrase a unas rocas. Arturo intentó también en dos ocasiones llegar a la orilla, pero la fuerza del mar se lo impidió. Cuando llegó el helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) encontró su cuerpo boca abajo a unos cien metros de la costa y en parada cardiorrespiratoria y lo evacuó al Hospital Virgen de la Peña, donde falleció.

La intención de la familia es trasladar el cadáver hasta su pueblo natal. Sin embargo, los días de fiestas de esta semana podrían complicar el traslado. Todo está previsto para que bien hoy o mañana el cuerpo salga de Fuerteventura con dirección a Madrid.