La declaración definitiva de Os Gafos como ENIL implica diversas obligaciones para el Concello, entre ellas establecer un plan de financiación para mejorar el ámbito durante al menos diez años, así como modificar el Plan de Urbanismo para "introducir las modificaciones necesarias para adaptar los aspectos incompatibles con el plan de conservación". La Xunta otorga al gobierno local un máximo de año y medio para cumplir esos trámites.

En concreto, se detalla que "habrá que recoger -en el PGOU- la aplicación del régimen de suelo rústico de protección de espacios naturales para todo el ámbito, así como los usos admisibles asociados a este tipo de suelo rústico".

Además, se establecen directrices para las actividades científicas y educativas asociadas al río y una serie de actuaciones de conservación que comienza con la conclusión de la red de saneamiento de Os Gafos. El tramo rural, que es el afectado por el ENIL, ya está en funcionamiento desde hace meses, pero la fase urbana está atascada por la falta de permiso para cruzar una finca.

También será obligatorio eliminar las especies exóticas invasoras, mejorar el bosque de galería y mantener los márgenes, eliminar impactos visuales (sobre todo evitar el feísmo en los cierres de fincas) y conservar la fauna y flora autóctonas.