Los socialistas Guillermo Meijón y José Antonio García Lores, candidatos al Congreso, y Margarita Adrio, candidata al Senado, visitaron el municipio de A Lama de la mano del cabeza de lista socialista a la alcaldía, Enrique Vaquero, y acompañados también por la diputada autonómica Patricia Vilán.

La jornada incluyó una visita a las Escuelas de Covelo, "un patrimonio impresionante que cualquier ayuntamiento se pelearía por tenerlo y que desgraciadamente está totalmente depauperado", denunció Meijón. El actual diputado y candidato a la reelección denunció el "proceso caótico y con tremendas sospechas" que derivó en la desaparición de la fundación que se venía haciendo cargo de ellas.

Los socialistas, que ya presentaron varias proposiciones sobre estas escuelas en el Parlamento de Galicia de la mano de Vilán, escucharon las inquietudes de la AAVV de Laxedo. "Lamentablemente, fue muy desgraciada la intervención que se hizo en los años 80", continuó explicando Meijón. "Nos parecería totalmente interesante que este patrimonio se pudiera recuperar", afirmó, apostando por una reconversión que incluya también la finca en la que se encuentran especies únicas traídas de otras partes del mundo por Manuel Cabanelas, vecino de la parroquia emigrado en la Guerra Civil y fundador de las Escuelas, así como de la fundación que las gestionaba hasta su liquidación.

Meijón agradeció al vecindario "el trabajo encomiable" que están desarrollando en la defensa de un patrimonio, y se mostró esperanzado de que se pueda resolver el recurso que estos presentaron para anular el traspaso de la propiedad al Concello y la restitución para la Fundación. "A partir de ahí, mediante la configuración de un marco regulador en el que participen las diferentes administraciones podamos devolverle el esplendor que precisa un sitio como este", aseguró el candidato, "y darle una utilidad los 365 días del año" a través de un debate entre todos los agentes implicados.

Por su parte, Vaquero redundó en la idea de que la desaparición de la fundación derivó de un proceso "sospechoso" en el que el papel del alcalde fue, cuanto menos, "extraño".