Cuando Marie-Pierre Bossan (1969, Francia) acabó de estudiar Filología Hispánica en Grenoble, fue nombrada profesora de francés en la escuela de Magisterio de Pontevedra entre los años 1991 y 1995, en donde empezó a interesarse por la historia oral en el contexto gallego. Fue aquí cuando empezó a darle vueltas a la idea de centrar su tesis doctoral en la transmisión oral, inicialmente pensando en el ámbito de la cultura popular, las leyendas y las meigas. Pero pronto se dio cuenta que necesitaba algo con un mayor "nivel de compromiso", aquello no le llenaba lo suficiente.

Fue así como acabó por dedicar su tesis a estudiar la Guerra Civil y la represión franquista en Pontevedra y a entrevistar a los testigos directos, cada vez menos, del terror de aquella época. Después de más de 50 entrevistas, aquella tesis se leyó en Francia en 1998 e incluía los valiosos testimonios de muchos represaliados y familiares de las víctimas. Valiosos porque el tiempo es un enemigo implacable y cada vez son menos quienes todavía viven para relatar en primera persona aquellos tiempos de "una represión brutal, un terror y un miedo que, sesenta años después, todavía se podía observar en las personas a las que entrevistaba".

Así lo recordaba ayer en Pontevedra la propia Marie-Pierre Bossan, en la presentación del libro que, 20 años después de la lectura de la tesis, acaba de publicar la Fundación Luis Tilve gracias a la colaboración de la Diputación Provincial. "Memoria da Guerra Civil en Galicia: o caso de Pontevedra", es esta tesis en la que "el silencio de aquellos testigos que rechazaron hablar conmigo es un testimonio más" y que, no pretende contar tanto la historia de la represión y la Guerra Civil en Pontevedra sino "el sentimiento" y las vivencias de aquellos que padecieron el terror.

Al final del libro se incluyen algunas de las entrevistas íntegras que una joven Marie Pierre Bossan realizó en los años noventa a pontevedresas como Amalia Álvarez, viúda de Bóveda; o a Gonzalo Adrio Barreiro, hermano de José Adrio, uno de los asesinados el 12 de noviembre de 1936.

Bossan, hoy profesora titular en la Universidad de Grenoble, explicaba ayer que "la memoria es presente y no pasado". Confesaba que, durante su estancia en aquella Pontevedra de los noventa, "muy diferente a la de ahora, con su olor característico y llena de pitos de coches", algunas de las personas a las que quería entrevistar le preguntaban extrañadas a la joven francesa: "¿tú que estás haciendo aquí? esta no es tu historia, no es tu memoria". Ella reconoció ayer que entonces no sabía muy bien qué contestar. "Hoy, ante la situación política que tenemos" explica, y ante una sociedad "muy olvidadiza", dice que sí conoce la respuesta a aquella pregunta: "La memoria es una responsabilidad de todos".

Marie-Pierre Bossan comparó la Pontevedra que se encontró ayer con aquella Pontevedra de la II República, "una ciudad pacífica e intelectualmente abierta" en la que la brutalidad de la represión que llegó tras el levantamiento militar no la esperaban, ni en sus peores pesadillas, las víctimas de los franquistas.

Así lo explicaba Roxelio Pérez Poza, en nombre de la Fundación Tilve, quien destacó que el libro permite comprobar como los paseados o purgados no se esperaban ese periodo de "terror incomprensible" puesto que "eran personas pacíficas que predicaban a concordia e a cultura". Personas que pensaban "que non lles podía pasar nada, porque nada fixeran". Un libro que muestra como a veces no solo se mataba por ideología sino por "vinganzas personais" ou "celos profesionais".

En nombre de las familias de los testigos que colaboraron en este trabajo intervino María Adrio, hija de Gonzalo Adrio, quien insistió en que los familiares de las víctimas de la represión "no queremos venganza, pero sí dignidad". Por parte de la Diputación, Carlos López Font explicó que el libro sirve para "reafirmarnos en nuestro espíritu democrático".