Según recoge la propia publicación que edita el Concello, "Fernando II, rey de Galicia, Asturias y León", refunda la villa de Pontevedra y le da un foro en el año 1169. No se trata de una refundación aislada. Durante los mismos años que van en 1157 y 1230, los reyes Fernando II y su hijo Alfonso IX van a fundar y otorgar foros parecidos a villas de la costa como Viveiro, Ribadeo o A Coruña. Todas ellas comparten la dedicación a la pesca y al comercio y algunas otras características. La mayoría están ubicadas en el fondo de las rías y no en la boca, a diferencia de fundaciones posteriores.

En el año 1180 el rey le cedió la villa al arzobispo de Compostela. Durante la Edad Media y Moderna los arzobispos de Compostela serán los señores de Pontevedra, no sin condiciones. La villa se va a convertir en el más importante puerto de las Rías Baixas y de los más importantes de Galicia, y llegará a ser a fines del siglo XV la ciudad más importante de toda la costa entre la frontera de Portugal y la de Francia.

Los motivos de este suceso hay que buscarlos en su situación geográfica. Ubicada en un cruce de caminos entre O Salnés y O Morrazo, y en el punto donde la depresión meridiana cruza el Lérez, esta ruta natural que va de Malpica hasta Tui, ya había sido aprovechada por los romanos para la vía XIX y volvería a serlo para el ferrocarril.

El puente permite el paso del río al tiempo que sirve de arranque de los muelles y del barrio de A Moureira donde viven los mareantes: marineros, comerciantes y carpinteros de ribera. Con acceso a la ría, el Lérez sirve de corredor hacia el interior y proporciona un suministro constante de agua.