Un vecino de Pontevedra, C.M.L., aceptó una pena de 9 meses de prisión y multa de 1.850 euros como autor de un delito de incendio forestal por imprudencia grave. El acusado llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Pontevedra que evitó la celebración de la vista prevista para esta mañana. El juzgado de lo Penal 1 de la capital dictó sentencia en los términos acordados, que permitirá la suspensión de la pena privativa de libertad. Además, el fallo establece que el acusado asuma la mitad de las costas procesales y que indemnice a la Consellería do Medio Rural en 5.529 euros.

Los hechos que el acusado reconoció como ciertos se produjeron el 29 de agosto de 2017 cuando realizó una quema de restos forestales en una finca de su propiedad sin tomar las medidas preventivas que exige la legislación. De hecho, ni tan siquiera había pedido el permiso correspondiente ni había realizado las correspondientes franjas perimetrales de seguridad exigidas, eliminando cualquier resto vegetal en un radio de cinco metros. Tampoco se aprovisionó en el lugar de agua suficiente para apagar el fuego y todo ello en unas circunstancias de alto riesgo de incendio, habida cuenta de que la temperatura superaba los 27 grados, había un viento seco de noroeste y una humedad del 41%.

Superficie quemada

Aún así, el acusado realizó la quema y "debido a la falta de estas medidas de seguridad" y a las condiciones ya descritas, sobre las 16:11 horas del 31 de agosto de 2017 se originó un incendio por "el descontrol del fuego de una de las hogueras, extendiéndose de forma ascendente" y que afectó a cuatro mil metros cuadrados de arbolado de eucalipto y 200 metros de monte raso que fue extinguido rápidamente gracias a la actuación de los servicios de la Xunta.