Convulso pleno provincial el que se vivió ayer en la Diputación Provincial de Pontevedra. Los trabajadores de Ence visibilizaron por primera vez en la calle y en la sesión plenaria de la institución provincial la preocupación que se ha instalado en el seno de la plantilla de la pastera así como en cientos de trabajadores de empresas auxiliares ante el riesgo de una posible cierre de la fábrica de Pontevedra tras el último vuelco que ha dado este culebrón en los juzgados con el cambio de postura de la Abogacía del Estado.

La plantilla de Ence había solicitado poder participar en el pleno de la Diputación. Pedían disponer de una pequeña intervención de cinco minutos como han hecho otros colectivos a lo largo de este mandato para visibilizar su problemática ante la Corporación Municipal. Sin embargo, desde el Ejecutivo Provincial se les instó a hacerlo en el próximo pleno, dado que su petición había llegado fuera de plazo y, por lo tanto, no iba a poder ser atendida.

Esto no gustó a los trabajadores y ayer se concentraron igualmente ante la institución provincial desde una hora antes del pleno. Ahí mostraron su disconformidad con la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; así como con el Partido Socialista y con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que responsabilizan del cambio de criterio de la Abogacía del Estado al renunciar a defender la prórroga de la concesión en los tribunales: "Ence sí, paro non", Traballo sí, PSOE non", "Ence sí, Sánchez no", "Ence non vai pechar", "En defensa do emprego, cumprimos as normas", u "o que contamina son as vosas mentiras", fueron algunos de los lemas que coreó el medio millar de operarios de la pastera, así como de las empresas auxiliares, concentrados ante la Diputación. También hubo algún cántico dirigido al alcalde de Pontevera, Miguel Fernández Lores, en el que le pedían que "traballara de peón", acompañado de algún insulto.

"Co pan dos nosos fillos, non ides a xogar", o "somos trabajadores, non papeletas", eran otros de los carteles con los que los trabajadores hacían referencia al marcado carácter electoralista que, a su juicio, tiene el cambio de criterio de la Abogacía del Estado con respecto a la continuidad de Ence en la ría de Pontevedra.

Asistencia al pleno

Finalmente, un grupo ligeramente inferior al medio centenar de trabajadores y miembros del comité de empresa pudo entrar como público al salón de plenos de la Diputación. En el interior del edificio siguieron entonando consignas, lo que ya aventuraba que el pleno no iba a discurrir con normalidad. A la llegada de la presidenta, arropaba por todo el ejecutivo provincial, de nuevo abucheos y gritos de "!fuera, fuera¡". Después de hasta tres advertencias de Carmela Silva de que si no se guardaba silencio se suspendería el pleno, que continuaría a puerta cerrada, la sesión pudo comenzar y lo hizo con la intervención ante la Corporación Provincial de un colectivo que sí había solicitado su comparecencia en tiempo y forma. Se trata de la plataforma del servicio de ayuda en el hogar de Forcarei, quienes a su vez criticaron la actuación de la Xunta, de la alcaldesa de este municipio y del PP ante las carencias de este servicio.

A su término, de nuevo la presidenta tuvo un rifirafe verbal con los trabajadores de Ence al impedir que pudiera dirigirse al colectivo afectado que acababa de intervenir. "!Queremos falar¡", espetaron los obreros de la pastera desde el público. Carmela Silva intentó continuar con el pleno pero entonces intervino el portavoz del PP. Ángel Moldes planteó una cuestión de orden para pedir en nombre de los trabajadores que pudieran hablar ante la Corporación. Silva determinó que no había lugar a tal cuestión de orden y de nuevo esto encrespó los ánimos de los asistentes y regresaron las consignas, los reproches y los abucheos.

Fue entonces cuando la presidenta suspendió la sesión que continuó a puerta cerrada en un salón del Pazo Provincial. El PP se negó a participar en el pleno en "solidaridad" con los trabajadores de Ence y señaló que, aún no estando su petición en plazo, "si hubiera voluntad política se les podría haber escuchado".

Mientras, por su parte, las afectadas por la desparición del servicio de Axuda en Fogar, también le preguntaron al portavoz popular si se iba a solidarizar también con ellas y con las críticas que acababan de hacer a su partido y a la Xunta.

"Ence no puede cerrar"

Mientras el pleno seguía a puerta cerrada, afuera, el comité organizaba una especie de asamblea improvisada con los trabajadores de Ence y de sus auxiliares. Allí, los responsables del comité de empresa, Ana Cedeira e Ignacio Acuña, explicaban que esta era solo la primera de las manifestaciones y protestas en la calle que van a llevar a cabo "para defender nuestros puestos de trabajo". "Ence no puede cerrar", explicaron, y recordaron el enorme impacto económico que tendría para toda la ciudad y la comarca. "Este es el primer paso, pero habrá muchos más", explicaban a los trabajadores a las puertas de la Diputación Provincial.