Es el continente más hostil al hombre: frío, ventoso, seco, con una irradiancia solar que provoca con frecuencia quemaduras, periodos de luz continua y otros de completa oscuridad. La Antártida continúa siendo la última frontera, salvo para los pocos que residen en ella durante todo el año y los aproximadamente 4.000 científicos de varios países, entre ellos España, que realizan allí experimentos.

El Estado invierte una media de 14 millones anuales para garantizar la realización de estas actividades en las que participan científicos y militares vinculados a la base Gabriel de Castilla, situada en la Isla Decepción, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur.

Este emplazamiento activo desde 1989 (el primero fue un año antes la base Juan Carlos I) es, como indican los portavoces del Ejército de Tierra, "un símbolo de las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas para desempeñar misiones a gran distancia, en condiciones climatológicas extremas, y en cooperación con otros sectores muy diversos de la sociedad como los científicos y universidades de toda España".

Dar a conocer este importante trabajo es el objetivo de la exposición La Campaña Antártica del Ejército de Tierra inaugurada por la Brilat en el Liceo Casino. La muestra podrá visitarse hasta el próximo día 31 y busca ser un escaparate de los medios y las actividades de los militares para garantizar la presencia española en el continente austral.

Así, se exhiben materiales piloto que son réplicas de los útiles reales que utilizan para sus desplazamientos, durante los acompañamientos a científicos para garantizar su seguridad y también en trabajos sobre el terreno como tender cables, construir etc.

A mayores de apoyar la investigación científica de base, desde la base Gabriel de Castilla también se llevan a cabo experimentos de interés para el Ejército en transmisiones, medio ambiente, sanidad, bromatología o vestuario y material de campamento.

Como reflejo, la exposición también incluye un iglú como los que se utilizaron en Isla Decepción, una embarcación neumática con motor o maniquís con prendas militares y técnicas, a mayores de equipaciones para nieve, tablas de esquí etc.

Numerosas fotografías, materiales para recoger y estudiar algas, una autocarretilla para transportar pequeñas cargas o un expositor que refleja el entusiasmo que despierta la filatelia polar también se incluyen en la exposición. La muestra abrió sus puertas con una conferencia del teniente coronel Alerto Salas Méndez. Éste encabezó la 29 Campaña Antártica y explicó al público, entre otros temas, el historial de la misión, los cometidos del personal o la preparación de estos efectivos.

Estas charlas buscan ser un espacio para la divulgación de la misión decana del Ejército y continuarán mañana a las 19 horas con una mesa redonda en la que participarán científicos antárticos vinculados a la Universidad de Vigo, la estación científica de Toralla y el Centro Oceanográfico de Gijón. Continuarán el próximo viernes con un encuentro con militares antárticos destinados en la base General Morillo de Pontevedra, hasta redondear una visión especial y de primera mano del último continente de aire puro.