El ya ex director del Museo, Carlos Valle, recibió ayer el homenaje de los trabajadores de la institución en el transcurso de un almuerzo que tuvo lugar en el Pazo y al que también se sumaron amigos del protagonista del encuentro, caso del alcalde de Poio, Luciano Sobral.

Recién jubilado (el pasado noviembre vivió su último día de trabajo tras 32 años como director) Carlos Valle recibió un obsequio de los que fueron sus colaboradores y tomó la palabra para recordar que su vínculo con la institución cultural data de cuando contaba con 12 años. A partir de ahí, "un niño de A Seca que aspiraba a descubrir el universo, porque quería ser físico, acabó dedicándose a la historia y dirigiendo el Museo, al que estado vinculado más de 50 años".