Vilaboa ha sido en estos años uno de los focos de conflicto más exacerbado entre los vecinos y la APLU por la notable acumulación de expedientes, una polémica agravada por una ausencia de Plan de Urbanismo que acaba de ser aprobado de forma parcial.

En este municipio se asienta uno de los objetivos más inmediatos de la Axencia: el derribo del antiguo club Ciros, el borde de la N-550, que se ordenó en 2005. Desde hace años permanece cerrado y abandonado y pronto será demolido. La APLU convocó un concurso hace unos meses para contratar esas obras y más de una veintena de empresas ha presentado sus ofertas para su ejecución.

La APLU tramita esta compleja demolición al menos desde 2015, cuando se confirmó definitivamente una orden que acumulaba una década de pleitos en los tribunales para echar abajo lo que oficialmente consta como "bar-restaurante, pub y complejo hotelero" pero que carecía de licencia municipal y de autorización autonómica.

Desde la primera orden administrativa, de octubre de 2005, el futuro de la edificación del antiguo Club Ciros estuvo en manos de los tribunales, ya que sus propietarios trataron de impedir esa demolición, que ahora parece más cerca que nunca con un proyecto que ronda los 300.000 euros.