Según la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, el pontevedrés Bernardo Villaverde Amil era uno de los mandos intermedios de una red galaico-marroquí que intentó introducir cuatro toneladas de hachís a través de las costas gallegas en noviembre de 2010. Aquel cargamento de hachís acabó hundiéndose, junto con el buque "Garbi III", en medio de un enorme temporal enfrente de las costas portuguesas cuando se dirigía a Galicia.

La policía portuguesa tan solo pudo recuperar tres fardos de aquel cargamento. Días más tarde, dos de los supuestos implicados en aquella red, Villaverde Amil y otro conocido narco al que la policía siempre vinculó con este alijo, José Antonio Pouso Rivas, "Pelopincho", desaparecían también sin dejar rastro. Nunca más se supo de su paradero.

Mañana jueves, la Audiencia de Pontevedra inicia el juicio sobre el rapto de este pontevedrés. En el banquillo de los acusados se sientan cuatro vecinos de la comarca de Arousa, alguno de ellos, como Manuel S. F., alías "Machucho", también juzgado y condenado por el hachís del "Garbi III". Estará acompañado por José Manuel F. T. , F. S. S. y J. J. C. G. también como acusados. La Fiscalía solicita para ellos diez años de cárcel como autores de un delito de detención ilegal agravada.

Los tres acusados fueron los últimos en ser vistos junto a Bernardo Villaverde antes de esfumarse de la faz de la tierra sin dejar rastro. Ocurrió el 19 de noviembre de 2010, justo tres días después de que el "Garbi III" se fuera a pique a la altura de Torres Vedras junto a su valiosa carga de hachís. Los sospechosos se presentaron al mediodía en la casa de Villaverde Amil, en la urbanización de Monte Porreiro. Allí esperaron a que llegase acompañado de su mujer, momento en el que Manuel S. F. se acercó a Villaverde Amil y mantuvo una conversación con él. Tal y como recoge el escrito del fiscal, "Machucho" era una persona conocida para Villaverde Amil, con la que mantenía trato, no en vano ambos habían estado implicados en la preparación del transporte de aquel alijo, según los escritos de la propia Fiscalía en el procedimiento por tráfico de drogas.

Asegura el fiscal que "confiado en tal vínculo" y "sin conocer las verdaderas intenciones" de los visitantes, Villaverde se subió al coche con él y abandonó Pontevedra, seguido de otros dos coches, en uno de los cuales iban los otros tres acusados, J. J. C. G., J. M. F. T. y F. S. S.

Preparativos

Según la Fiscalía, los acusados se habían reunido el día anterior, el 18 de noviembre, en las proximidades de un hotel de Santiago de Compostela para realizar los preparativos necesarios destinados a la "captura y desaparición" de Villaverde Amil.

Señala la Fiscalía que no hay más noticias del desaparecido desde las 14 horas de ese mismo día en el que se le perdió el rastro, momento en el que logró mantener una breve conversación telefónica con su mujer a quien le comunica que llegará por la tarde.

Sin embargo, nunca regresó. ¿Qué le sucedió? La Policía cree que pudo ser víctima de un ajuste de cuentas al perderse el alijo, pero el quizá el juicio que empieza mañana logre arrojar más luz.