El Concello cubrió ayer seis plazas vacantes en la Policía Local, una plantilla que se ve estos meses mermada por la oleada de retiros y prejubilaciones favorecidas por un decreto que adelanta estas medidas a los 59 años de edad en determinados casos.

La toma de posesión ayer de tres agentes y tres mandos, sin embargo, apenas sirve para reforzar la plantilla puesto que los tres mandos son antiguos agentes que ascienden y cuyas vacantes quedarían cubiertas con los tres recién llegados, mediante el procedimiento de "movilidad", es decir, policías locales de otros municipios que logran su plaza en la capital. Dos de ellos ya pueden comenzar a trabajar, pero la tercera pronto estará de baja ya que está embarazada.

De este modo, la cobertura de estas vacantes no sirve para reforzar un cuerpo que ya en 2018 perdió por jubilación a media docena de efectivos y en estos meses otros doce se acogen al citado decreto.

El Concello tiene en marcha procesos selectivos para cubrir una quincena de plazas vacantes, lo que sí compensaría estas marchas, pero el proceso es lento. Eso sí, ocho de ellas serían también por "movilidad", lo que evite que tengan que realizar el curso de un año en la Academia de Seguridade.