La Consellería de Política Social ha respondido a las protestas de los trabajadores de la residencia de la tercera edad de Campolongo asegurando que en los últimos años ha llevado a cabo varias obras para mejorar la atención a sus usuarios “con un servicio de calidad”.

Entre estas mejoras, la Xunta destaca la creación de un nuevo comedor, la instalación de un sistema de extracción y evacuación de vapor o la habilitación de un cuarto de paliativos para que las personas puedan estar acompañadas por sus familias.

“Además, está en fase de estudio y redacción un proyecto que incluye la mejora integral de las zonas del centro dedicadas a usuarios asistidos, la creación de una enfermería, la instalación de tomas de oxígeno y aspiración y la posible instalación de un ascensor adicional”, enumera la consellería.

Respecto al parque de ascensores que existe en el edificio, “hay que subrayar que los dos elevadores funcionan perfectamente, solo uno de ellos tuvo una avería que se solucionó en menos de 24 horas”.

En la misma línea, destaca que “se hace un uso correcto del montacargas pues así lo avala un informe sanitario, que recoge que las comidas nunca son transportadas junto con otro tipo de mercancía, además de hacerlo en carros calientes sellados y en bandejas térmicas cerradas”.

En lo referido a las quejas de los trabajadores sobre los ratios de personal, Política Social responde que se cumple el ratio que establece la normativa vigente. “El próximo 20 de marzo hay fijada una reunión con el comité de empresa de la provincia de Pontevedra para tratar este y otros asuntos”, anuncia.

Los trabajadores participaron ayer en una concentración ante la residencia en la que denunciaron carencias en el servicio a los usuarios. Según el personal, ninguna de las mejoras e inversiones comprometidas por la Xunta se han cumplido. Afirman que la residencia sigue sin contar con oxígeno en las habitaciones de asistidos, sin tomas de aspiración y con un deficiente servicio de ascensores. Además, lamentan falta de medios para atender a los 95 residentes, de los que al menos la mitad son dependientes.