Hacía 24 años que no aparecía por la escena pública, desde que concluyó "desencantado" su etapa como alcalde en 1995, pero el actual candidato del PP, Rafael Domínguez, ha logrado lo que, según el partido, no consiguió ninguno de sus predecesores: recuperar, el menos por unas horas, al penúltimo regidor del PP en Pontevedra, Francisco Javier Cobián Salgado. Y lo hizo para dar su respaldo expreso a Domínguez.

Ambos mantuvieron un encuentro el pasado lunes, pero no se desveló hasta ayer por expreso deseo de Cobián, que también pidió limitar su divulgación a un comunicado. En la nota se dice que el exalcalde dijo que "llevo mucho tiempo apartado de la vida política municipal, pero me parece que éste es un momento en el que hay que posicionarse. Mi apoyo es para Rafael Domínguez. Después de 20 años Pontevedra necesita un cambio. Personas nuevas e ideas nuevas".

Domínguez y Cobián hicieron un recorrido por la ciudad y repasaron algunos proyectos que fructificaron en aquel mandato, "como la adquisición del cuartel de San Fernando, la construcción del puente de los Tirantes y la del Pazo da Cultura, una obra esta última que, si bien estaba terminada, no se inauguró hasta el siguiente mandato".

El comunicado del partido añade que Cobián "se fue desencantado tras solo cuatro años como regidor, debido a sus discrepancias con Madrid, donde gobernaba el Partido Socialista, e incluso con Santiago (donde gobernada Fraga). Abandonó la política en 1995 para no volver y ni siquiera quiso optar a la reelección". Tomó el relevo Juan Luis Pedrosa, último regidor del PP antes de Miguel Fernández Lores.

Sobre la Pontevedra actual reconoce los avances, pero también tiene una visión crítica. "Circular y aparcar son una odisea absoluta. La ciudad está cerrada, no invita a la gente de fuera a venir porque todo son dificultades. Hay que ofrecer algo más que paseo y terrazas. La actividad económica y el empleo son fundamentales y en eso no se está pensando. Lo que ocurre es que Pontevedra se está quedando atrás en muchos aspectos. La prioridad del alcalde debe ser defender los puestos de trabajo. Es algo que siempre tuve muy claro pero que ahora no se está haciendo. Es una pena".

También aludió "a su intento de peatonalizar la zona vieja, que se encontró con una oposición encabezada por el entonces presidente de la Zona Monumental, Ernesto Filgueira, que se difuminó años más tarde cuando el intento lo protagonizó el BNG", según relata la nota, que concluye con otra frase de Cobián: "Confío en Rafa Domínguez para poner la atención donde se debe. Es una persona preparada, con una carrera brillante y con una edad perfecta para ser alcalde. A Pontevedra le hace falta savia nueva".