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Emilio Rodríguez: "En España somos los segundos en el ranking mundial del mal dormir"

"Se duerme muy mal, menos horas de las que deberíamos, con malos hábitos de sueño..."

Emilio Rodríguez Saez, director de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud. // Rafa Vázquez

El próximo día 15, viernes anterior al equinoccio de marzo, se celebrará el Día Mundial del Sueño, una jornada en la que los especialistas inciden en la importancia de dormir bien para nuestra calidad de vida y en la importancia de promover la investigación sobre unos trastornos que afectan a más del 30% de la población.

- ¿Estamos en la situación de epidemia que se dice con respecto a los trastornos de sueño o en realidad lo que aumentan son los diagnósticos?

-A nivel general digamos que el dormir ha empeorado mucho en el último siglo. Desde la revolución industrial se calcula que hemos perdido cerca de dos horas de sueño diarias, por el mero hecho de que la revolución industrial cambió nuestros hábitos. Por una parte está ese factor y por otra está otro hecho y es que desde que se pusieron en marcha las unidades de sueño, que llegaron a España en el último tercio del siglo pasado, los trastornos de sueño se diagnostican, con lo cual hay más casos. Y a medida que crecen las unidades del sueño en todo el territorio español se diagnostican más y mejor.

- ¿Qué trastornos tratan con más frecuencia en unidades del sueño como la que encabeza?

-Los más frecuentes aquí son los mismos que se ven en el resto del mundo, el que padece más gente es el insomnio y el trastorno por malos hábitos de sueño. En España somos los segundos en el ranking mundial de mal dormir, el primero es Japón y nosotros somos los segundos. En España se duerme muy mal, menos horas de las que deberíamos y a horas raras, tenemos muy malos hábitos de sueño y somos un país muy ruidoso. Y luego está el insomnio en sí, causado entre otras cosas por trastornos de ansiedad, depresión y por las circunstancias de la vida diaria, como trabajo y estrés, que influyen de forma negativa. Y tras el insomnio, que es el mayor problema, están otros como la apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, narcolepsia etc.

- ¿Con los niños lo hacemos mejor?

-No, lo estamos haciendo bastante mal, por una parte por los terribles horarios de los niños, el exceso de horas de "trabajo", vamos a llamarle así, de los niños, y luego por los malos hábitos que también adquieren. Si los padres se acuestan tarde por trabajo: supongamos alguna empresa importante en la que los trabajadores salen a las diez de trabajar, llegan a su casa sobre las diez y media once, tienen que estar con sus hijos, darles la cena a esa hora y todo eso influye, los malos hábitos en la higiene del sueño de los padres van a influir a su vez en los hábitos de los hijos. Y toda la sociedad un poco se juramenta para que los niños no duerman bien. Y a mayores hay que añadir los hábitos de los niños, si tengo uno que maneja videoconsolas, ordenadores o móviles antes de dormir que emiten luz e impiden la salida de melatonina pues lógicamente tendré un niño al que le cuesta más dormir, que dormirá mal ya desde el inicio de la noche y que tendrá un trastorno.

- ¿Hay que potenciar la desconexión digital?

-Me gusta ese concepto, desconexión digital, y creo que así es, que hay que potenciar la desconexión digital, hay que dormir de una forma ecológica. Siempre estamos hablando de ecologismo y resulta que en una cosa tan importante como es el sueño no practicamos esa teoría que predicamos: hay que conseguir una buena desconexión digital, es un buen lema y un buen objetivo.

- Y a la inversa ¿les ayudan algunos dispositivos tecnológicos a afrontar los trastornos de sueño?

-Pues también, ahora mismo aparte de la polisomnografía tenemos dispositivos para ver los ritmos de sueño y vigilia de las personas, unos dispositivos que son una especie de pulseras o relojes y que monitorizan la actividad del paciente, registrando las aceleraciones del movimiento, que nos indican cómo se distribuye el arco de vigilia y sueño a lo largo de unos días e incluso algunos nos dan datos de la frecuencia cardíaca, la cantidad de luz en el exterior etc.

- ¿Qué síntomas deben animarnos a consultar con el médico?

-En el caso de los niños hay que empezar a preocuparse cuando el escolar tiene problemas en el colegio al día siguiente, cuando es un niño que no atiende, que se queda dormido por las mañanas en el aula. El primer dato de alarma lo va a dar el profesor porque es un niño que no atiende, y si el niño no atiende en clase no debemos considerarlo un niño vago sino ver por qué no atiende, determinar las causas, porque pueden ser problemas muy serios como es el caso la narcolepsia y sin embargo estar siendo considerados vagos cuando son niños enfermos. La profesora tiene que ver cuando un niño no atiende como el resto, hablar con los padres y explicarles lo que hay para que pueda consultarse.

- ¿Y en el caso de los mayores?

-En este caso el primer dato de que se duerme mal es que al día siguiente uno se nota somnoliento o cansado. Muchos pacientes no hablan al día siguiente de que duermen mal porque no son conscientes, piensan que duermen bien cuando no lo están haciendo, y al día siguiente tienen somnolencia o se quedan dormidos de forma brusca, o lo que sucede es que se sienten cansados, y es ese cansancio el que nos debe alertar sobre que puede haber un problema, igual que estar irritable, tener problemas de concentración etc, porque el sueño repercute en un abanico amplísimo de procesos de nuestra vida.

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