Una lluvia suave y la coincidencia de muchas otras fiestas por toda la geografía gallega no restaron público a la Festa do Caldo Galego de Mourente que este domingo sirvió unas 5.000 raciones en el campo de la fiesta de Os Areás, en Pontevedra.

Las mesas bajo carpa acogieron a otros tantos comensales, en varios turnos. Los aficionados al mejor caldo gallego empezaron a comer a la una de la tarde y tres horas después aún se sentaban a la mesa quienes no se levantan pronto en domingo y necesitan un buen caldo para reconstituir el cuerpo.

La cantante Tania Fuegho ofreció un pregón en clave gallega, en el que contó su relación con el caldo, que como suele ocurrir “odiaba” de pequeña pero que más tarde descubriría que es “el mejor plato gallego”, por lo que refrendó ante los comensales su compromiso a “comerlo y defenderlo” allá donde vaya, y por el resto de su vida, ya que se confesó "enamorada de caldo".

Esta 28 edición fue la primera en la que la fiesta se celebró bajo el título de Festa de Interese Turístico de Galicia, lo que para el presidente de la comisión organizadora, Santiago Laya, es como recibir “la estrella Michelín de las fiestas”. Esta distinción "nos da mucha fuerza para seguir y mejorar", subraya. En todo caso la asociación organizadora, O Castro de Mourente, pide la implicación de las instituciones públicas para conservar y potenciar esta fiesta gastronómica, la primera dedicada al “mejor plato de Galicia”, porque "esto no puede seguir dependiendo del esfuerzo de cinco o seis personas, de la directiva de una asociación de vecinos", explica Laya. "Pontevedra ha ganado una fiesta de Interés Turístico y el Concello debería hacerse cargo de ella", entiende el portavoz vecinal.

Entre los asistentes, comensales llegados de otros puntos de la península, también representantes de muncipios portugueses, como el vicepresidente de la Cámara Municipal de Penafiel. Los visitantes manifestaron a los organizadores que “esto sí es un auténtico caldo gallego”, porque “cuando lo piden por ahí les ponen algo parecido, una especie de consomé, pero no un caldo gallego como el que se prepara aquí”, explicaba Santiago Laya.

Son necesarias más de 40 personas para la elaboración del Caldo Galego de Mourente, que se dedicaron a pelar 390 kilos de patatas, a limpiar 920 manojos de grelos y 90 repollos; a picar los casi 300 kilos de carne de ternera y los casi 700 kilos de carne de cerdo. Todas ellas son vecinos de Mourente que realizaron estas tareas de forma altruista desde el pasado viernes.

Para disfrutar la fiesta a resguardo de la lluvia se instalaron dos grandes carpas con mesas y sillas para degustar cómodamente una taza de caldo al precio de 2 euros, con cazuela incluida, y que permitía repetir las veces que se desee. La cazuela con el cocido, para llevarse a casa como recuerdo tenía un precio de 5 euros.