La junta de gobierno de la Diputación aprobó ayer la adjudicación de las obras para la creación de las aceras de Campelo, una reivindicación vecinal de hace varios años. Se actuará en la vía que une Portosanto y la plaza de A Granxa (EP-0601) y la calle de bajada a la lonja (EP-0602). El diputado de Mobilidade, Uxío Benítez, anunciaba que las máquinas podrán comenza a trabajar en el mes de mayo, una vez se firmen los contratos y se presente el acta de replanteamiento, para lo que oficialmente hay dos meses de plazo.

Según apuntó Benítez, la UTE formada por "Movimientos de Áridos y Construcciones Arousa" y "Arines Obras y Proyectos" será la responsable de la obra principal, que se realizará entre Portosanto y la plaza de A Granxa. Para estas obras se presentaron 14 empresas y se excluyeron dos por ofertas temerarias. El presupuesto de la adjudicación es de 1.324.967 euros. En el aso de la bajada a la lonja, que implicará la estabilización del muro de contención y continuación del paseo litoral, la empresa adjudicataria es "Construcciones Castro Figueiro" y contará con un presupuesto de 412.544 euros.

Está previsto que las obras concluyan en 2019. En este sentido, Benítez destacaba que Campelo gozará de un cambio total de imagen gracias a los dos proyectos adaptados a la realidad urbanística de la zona, dando un mejor acceso a equipamientos como el colegio de Lourido o el centro de salud de Anafáns. Se actuará en 1.800 metros de vial, con una senda peatonal de 2,5 metros de largo y dos plataformas de convivencia con preferencia peatonal en los puntos en los que no hay sección suficiente para permitir el paso segregado, en los que los vehículos no podrán ir a una velocidad superior a 20 o 30 kilómetros por hora y contará con reductores de velocidad, con una gran plaza continua en la zona de A Granza, de 1.000 metros cuadrados, así como renovación de servicios urbanos.