| Los más pequeños de la casa tuvieron ayer una cita doble en el centro histórico y en ambos casos con el Carnaval como excusa. El taller "As máscaras de Ravachol" se trasladó desde la plaza de A Peregrina a los soportales de A Ferrería para que los participantes, sus familias y los monitores pudiesen resguardarse del mal tiempo. Con todo, los intensos aguaceros no desanimaron a los participantes, que se tuvieron oportunidad de recortar, pegar o colorear y explorar así su creatividad. A solo unos metros, en la sede noble del casino Mercantil, ubicada en la plaza de Curros Enríquez, numerosos niños disfrazados participaron en la fiesta de Carnaval que celebró la sociedad capitalina. Numerosas princesas, superhéroes, osos, animadoras, catwoman y, por supuesto, piratas pudieron disfrutar de una divertida tarde de fiesta, música y juegos.