"Les daremos un periodo de gracia de un par de semanas, pero se van a encontrar con alguna sorpresa desagradable si no toman medidas". Así de contundente se mostró ayer el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, que reiteró la orden de desalojo por parte del Concello a la Oficina Agraria Comarcal (OAC) del edificio del Centro Comarcal de A Tafona. El regidor volvió a llamar "okupas" a los funcionarios de la oficina dependiente de la consellería de Medio Rural y recordó hasta cinco alternativas ofrecidas a la administración autonómica para trasladar las dependencias dentro del ámbito municipal.

Rey amenazó con medidas como "cambiar las cerraduras" del Centro Comarcal de A Tafona si en las próximas semanas no desalojaba el inmueble. "Estamos barajando otras opciones, pero broma ninguna, tienen que irse", señalaba rotundamente ayer el alcalde al respecto al mismo tiempo que descartaba que la Policía Local interviniese en el desalojo. "Lo que no vamos a hacer es meter a una empresa a trabajar allí con ellos (los funcionarios de la OAR) por el medio", afirmó Rey.

Desde el gobierno local ampliaban la petición de desalojo tras la negativa de la OAR de dejar el edificio el pasado jueves, cuando se cumplió el límite señalado inicialmente desde el Concello para que dejasen el edificio. Las intenciones de la administración local es que oficina agraria deje el edificio para poder trasladar al inmueble las actividades del Fogar do Xubilado y ahorrarse así 9.000 euros al año que le supone el Concello el alquiler del bajo que ocupan actualmente, así como para realizar obras en el edificio de A Tafona para convertir la planta baja, que ya ocupa la oficina turística, en un centro de recepción de peregrinos.

La petición de desalojo a la OAC no es extensible a de la matrona, tras su traslado en los últimos años de la Escola Taller al Centro Comarcal. "La matrona no tiene nada que ver, es un servicio donde cumplimos otra deficiencia de la Xunta más, además su traslado ahí fue una iniciativa mía y nunca se contempló su desalojo de ahí", indicaba Rey.

Desde Caldas defienden el desalojo del servicio de Medio Rural alegando que la cesión del edificio, realizado por la Xunta, "no fue una cesión voluntaria". "Fue obligada porque el edificio no respondía a los fines para los que se había pedido la cesión del terreno, que fue para un Centro Comarcal en el que iba a haber una zona de museo, otra de negocios y otra de proyectos europeos y nunca una oficina de extensión agraria que de hecho estuvo siempre en Caldas de alquilado y como el fracaso de la comarcalización fue notorio, no les quedó más remedio que ceder ese edificio al ayuntamiento. Nunca, por escrito o verbalmente, hubo compromiso de la permanencia de la oficina de extensión agraria allí", afirmó Rey.

Alternativas

Desde el Concello recordaron las diversas opciones ofrecidas desde el gobierno local a Medio Rural para reubicar la OAC. Entre estas alternativas están los locales sociales de Tivo y Bemil; la oficina del CIM de Caldas en la calle Alfonso VII, rechazada por "falta de aparcamiento en el entorno", o la sede de la entidad local menor de Arcos. "Por su acceso amplio, espacio y conexión con la N-550, era una buena opción y así lo indicó en su momento el propio delegado de la Xunta, Manuel Cores Tourís", recordaba Rey. También se llegó en su día a un acuerdo a tres partes entre el Concello, la Xunta y un particular para el traslado a un bajo comercial en la propia Tafona por medio del cual el gobierno local ponía la mano de obra y la Medio Rural el material para el acondicionamiento del local a cambio de que el propietario perdonase un año de alquiler. En este acuerdo participaron el técnico de obras y el arquitecto municipal con Cores Tourís y el director xeral de Patrimonio Cultural, Antonio Crespo. "Llegamos a hacer un proyecto para adecuar el trabajo", apuntaba Rey sobre esta última opción.

En ese sentido, desde Caldas plantean a la Xunta las mismas opciones para el traslado, aunque esta vez sin la mano de obra. "Nos hacen falta los operarios municipales para otros trabajos", esgrimió Rey.

El alcalde, también mostró su "indignación" por la negativa del traslado de la OAC por parte de los funcionarios y cargó, más concretamente, contra el veterinario de la oficina. "El problema mayor es que, según el delegado de la Xunta, es que los funcionarios no se quieren ir, sobre todo el veterinario, porque dice que ahí es más fácil aparcar", afirmó Rey.

Usos y mantenimiento

Rey también apuntó que se invertirán 110.000 con fondos del Agader para acondicionar el edificio para establecer un centro de recepción de peregrinos. Al mismo tiempo denunciaba el "abandono" por parte de la Xunta al mantenimiento exterior del edificio desde antes de la cesión y que fue el gobierno local el que realizó varias inversiones en el interior como la puesta a punto del ascensor, el pintado del bajo, la sustitución de luces y de una bomba, entre otros costes de mantenimiento.