Un acuerdo de conformidad con la Fiscalía tras reconocer los hechos que se le imputaban permitió a un conductor que sembró el caos en la PO-531 (la carretera entre Vilagarcía y Pontevedra, a su paso por el término municipal de la capital) en agosto de 2017, permitió ayer a este acusado rebajar la pena de dos años y tres meses de prisión que solicitaba inicialmente para él el Ministerio Público. Aunque, por el momento, este acuerdo no le impedirá entrar en prisión, si es que la Audiencia Provincial no lo remedia.

El hecho es que, por el momento, el juzgado de lo Penal se opuso ayer a la suspensión de la pena de 15 meses y un día de prisión que aceptó el acusado, como autor de un delito de conducción temeraria. Una pena a la que hay que sumar 63 días de trabajos en beneficios de la comunidad por otro delito de conducción sin permiso.

Y es que tanto la Fiscalía como el juzgado entienden que no cabe la suspensión de la condena a este acusado, I. R. M., dado que en su historial ya figuran otras tres sentencias anteriores por delitos contra la seguridad vial por conducción sin permiso y conducción bajo los efectos del alcohol. Esta multirreincidencia impide que se le suspenda la pena, por lo que debería cumplir la prisión impuesta.

El acusado reconoció como probado que el 27 de agosto de 2017, sobre las 19 horas, circulaba con un vehículo marca Seat por la carretera de Vilagarcía en el término municipal de Pontevedra y lo hizo recorriendo varios kilómetros "invandiendo el carril del sentido contrario y en ocasiones algún cebreado, dando bandazos a izquierda y derecha, retornando bruscamente al carril derecho de vez en cuando, lo cual obligaba a los otros usuarios que circulaban correctamente en ambos sentidos a frenar o desplazarse a los lados para evitar la colisión, creando así un enorme riesgo, obligando, así mismo, a una conductora a detener completamente su vehículo para no chocar con el encausado" que continuó "de esta guisa", hasta que fue interceptado por agentes de la Guardia Civil de Tráfico.

La condena a 15 meses y un día de prisión, que es firme y contra la que no cabe recurso, al ser dictada en la propia sala con la conformidad del acusado, incluye también el decomiso del vehículo que utilizaba así como la prohibición de conducir un vehículo a motor durante tres años, seis meses y un día. Además, la condena conlleva la pérdida de la vigencia de su permiso de conducir, por lo que transcurridos estos tres años y medio, si quiere volver a la carretera, deberá sacarse nuevamente el carné.

Lo que no es firme es el auto mediante el cual se resolvió la petición de la defensa de suspensión de la pena de prisión, que rechazó el juzgado, por lo que el abogado del acusado ya anunció que recurrirá en apelación esta decisión ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.