El 26 de junio de 2017 sobre las seis y media de la tarde, una mujer P. R. M., conducía un vehículo Volkswagen por calle Recamán de Marín, invadiendo el carril contrario de circulación, obligando al resto de los conductores a parar la marcha para evitar una colisión contra su vehículo. Luego se supo que esta mujer, se encontraba al volante después de consumir sustancias estupefacientes lo que menguaba notablemente su capacidad de atención a la conducción.

Alertados por el resto de usuarios de la vía, efectivos de la Policía Local de Marín le dieron el alto y pronto comprobaron que la mujer presentaba una serie de "heridas, rostro pálido y ojos brillantes, pupilas dilatadas, habla pastosa y deambulación titubeante" por lo que le pidieron que se sometiese a un test de drogas, a lo que se negó de forma reiterada, según el relato de hechos que se recoge en el escrito de la Fiscalía y que ayer, la propia acusada, reconoció como cierto en el juicio que se celebró en el Penal 1 de A Parda.

Fue por este motivo que los agentes la trasladaron a las oficinas de la Policía, y durante el camino la mujer no dejó de increparles: Llegó a decirles que "por 500 euros lle sobraban amigos para que fosen a por eles e a polos seus fillos e que lles romperían as pernas" y también les llamó "borrachos", entre otros insultos. Cuando llegaron a las oficinas policiales, la mujer huyó del vehículo policial y, en el momento en el que fue interceptada por los agentes lanzó varias patadas que alcanzaron a uno de los funcionarios, le arrancó la emisora e incluso "Intentó sacarle el arma", por lo que se produjo un forcejeo con los agentes que intentaban reducirla. Aún así, la mujer les propinó varios codazos y en incluso los intentó morder, llegando a caer al suelo uno de los policías, que resultó lesionado. La acusada tampoco depuso su actitud cuando fue trasldada a la Casa del Mar de Marín y otra vez de vuelta en la Comisaría en donde insultó a los agentes con gritos de "corruptos", "cabrones", "hijos de puta" y "maricones".

Pena de cárcel suspendida

Esta mujer, P. R. M., se sentó ayer en el banquillo del juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra para responder por estos hechos. Se enfrentaba a penas que sumaban dos años y medio de prisión por tres delitos, uno de conducción temeraria y bajo los efectos de las drogas; otro contra la seguridad vial por su negativa a la realización de la prueba de consumo de estupefacientes y otro de atentado a la autoridad, junto con otro delito leve de lesiones. No obstante, el reconocimiento de los hechos ayer en sede judicial permitirá a esta joven eludir su entrada en prisión. Un acuerdo con el fiscal permitió reducir su petición de condena a seis meses de prisión por cada uno de los tres delitos, en total año y medio de prisión. Una pena privativa de libertad que al no contar con antecedentes penales, el juzgado accedió a suspender bajo la condición que no vuelva a delinquir en el plazo de dos años o, de lo contrario, la suspensión podría ser revocada.

Además, también se tuvo en cuenta que ya hizo frente a la responsabilidad civil derivada de estos hechos, que consistían en el pago de 104 y 184 euros al Concello de Marín y al policía herido, por los desperfectos que sufrió en su uniforme y las lesiones sufridas en aquel incidente. El magistrado de la sala de lo Penal dictó sentencia "in voce" en la propia sala, un fallo que ya es firme al contar con la conformidad de todas las partes.