Los vecinos de la playa de A Carabuxeira gestionan, a través de En Marea, una reunión con la Fiscalía de Medio Ambiente para denunciar el deterioro que registra el arenal desde hace años, así como la reciente aparición de vertidos en un arroyo próximo que desemboca en la playa. El parlamentario de En Marea en la Cámara gallega, Marcos Cal, explicó ayer que "esa entrevista ya está solicitada" y detalló que los afectados "siguen esperando por una solución que no llega" para resolver la pérdida de arena y la erosión que padece A Carabuxeira desde que el puerto deportivo de Sanxenxo modificó las corrientes de la ría.

En Marea presentó en el Parlamento una propuesta para instar a la Xunta a "actuar con urgencia, con todos los medios a su disposición, para rematar con los vertidos y trabajar, junto con otras administraciones implicadas, en un plan de regeneración del litoral afectado por las obras del puerto de Sanxenxo".

La iniciativa no salió adelante porque el PP votó en contra, pese a que el partido dice compartir esa necesidad. Su portavoz ayer, Gonzalo Trenor, defendió la negativa a acabar con los vertidos y regenerar la playa con el argumento de que el "Concello presentó un proyecto de regeneración que incluye un paseo de 360 metros de longitud y tres de ancho para abrir un tramo de costa a todos los vecinos".

Subrayó también que ya hubo reuniones entre el Concello, Portos de Galicia y Costas del Estado, para "cumplir un acuerdo de este mismo Parlamento", por lo que Marcos Cal se sorprendió de que finalmente, el PP votara en contra.

El representante de En Marea explicó que los vertidos que ahora denuncian los vecinos "provocan espumas, malos olores e incluso aparecen etiquetas con la palabra mejillón" y añadió que "se declaran hartos de esta situación y de llamar a todas las puertas sin respuesta".

También cuestionó el proyecto de regeneración de la playa presentado por el Concello. "Solo es un anuncio, otra de las soluciones maravillosas de Telmo Martín pero que no tiene estudio ambiental; además depositar arena sin más en la playa no es la solución, porque el mar volverá a llevársela".

En esta misma idea profundizaron Patricia Vilán (PSOE) y Luís Bará (BNG), mientras que el PP insistió a la oposición en que "no ponga palos en las ruedas".

El debate de ayer no estuvo exento de tensión a raíz de los insultos de Marcos Cal (En Marea) al alcalde Telmo Martín, al que llamó de "xenófobo" y "machista". El presidente de la comisión, Jaime Castiñeiras (PP), tuvo que llamar al orden a Cal y aseguró que "tengo la fortuna de conocer al señor Martín y sé que no es lo que usted dice".

Desde el principio el debate se enmarañó. Cal expresó sus dudas de que el proyecto presentado por Martín para A Carabuxeira, de aportar arena y ejecutar un paseo, vaya a resolver la grave erosión de la playa, unas dudas que compartieron Luis Bará (BNG) y Patricia Vilán (PSOE).

La parlamentaria socialista atribuyó a una "moción de censura encubierta" la llegada de Martín a la Alcaldía de Sanxenxo, tras el pacto con el anterior regidor, Gonzalo Pita, de SAL. Esta mención ya encendió los ánimos del PP. Su representante Gonzalo Trenor, hizo alusión a la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy, "de la que desconocemos aún sus pactos ocultos". Además, Trenor demostró un escaso conocimiento sobre la situación interna del Concello de Sanxenxo, al echar en cara del PSOE que "tenga miedo a perder su único concejal", sin darse cuenta de que los socialistas carecen de representación municipal en esa corporación desde hace cinco meses, cuando Coral González-Haba abandonó el partido.

Luis Bará, por su parte, aprovechó para recordar el papel de Temo Martín como promotor y la condena a una empresa vinculada al alcalde por el cobro de sobreprecios en pisos de Navia, Vigo. Esta vía fue seguida después por Marcos Cal, que además citó supuestas declaraciones "machistas" y "xenófobas" de Martín para calificar de "faraónicos" sus proyectos, entre ellos el anunciado para A Carabuxeira. Fue entonces cuando el presidente de la comisión, Jaime Castiñeira, trató de frenar el parlamentario de En Marea al recordarse que "no venimos aquí a insultar a nadie".