Los elevados niveles de cianobacterias en el embalse del Umia obligaron a Augas de Galicia a activar la alerta por estos episodios el pasado 6 de julio. Siete meses después, la presa vuelve a la normalidad. La Consellería de Infraestruturas anunció ayer que esta alerta ya ha sido levantada ante el nivel "residual" de la cianobacteria. De este modo, los análisis que hasta ahora se realizaban de forma exhaustiva y constante, entran en un proceso de normalidad anterior a la activación de la alerta.

Fuentes de la consellería explicaron ayer que el índice de cianobacterias se había reducido de forma significativa desde la pasada navidad, hasta que ahora se opta por desactivar el protocolo.

Durante meses la situación del embalse del Umia ha provocado un constante conflicto entre la Xunta y el Concello de Caldas por los efectos de estas algas sobre el agua del municipio y sobre la situación del río. Sin embargo, la consellería insistió ayer en que "esta alerta por exceso de cianobacterias nunca derivó en la presencia de toxinas en el río", una afirmación que el Concello de Caldas pone en cuestión y esgrime informes oficiales al respecto.

Estas discrepancias han provocado más de un enfrentamiento entre ambas partes. Uno de los más recientes se registró a finales de enero y a su término Augas de Galicia insistía en que "nunca se detectó la presencia de toxina en el embalse del Umia en Caldas de Reis, por lo que nunca existió riesgo para la salud". De este modo, establecía una diferencia entre la presencia de algas en el agua y la toxicidad que esas algas podrían llegar a generar.

También defendía entonces que el agua recibía "el tratamiento adecuado en las cuatro potabilizadoras de la zona, que por lo que también la calidad del abastecimiento está plenamente asegurada".

No obstante, unos días después, la propia consellería admitía que una planta que vierte al embalse, la de Paradivas, estaba sin funcionar debido a su deterioro, y anunciaba un proyecto para su mejora. La consellería aseguró que el levantamiento de la alerta no influye en este proyecto, que sigue adelante.

A principios de este mes de febrero, la directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, informaba al alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, de esta actuación para "optimizar" la citada plante mediante la inversión de más de 40.000 euros.

Según la Xunta, la depuradora, que trata las aguas residuales de los núcleos de Paradivas y Sabadín en Caldas y Moraña respectivamente, está actualmente fuera de servicio a causa de los problemas que presentan sus equipos y la falta de mantenimiento". Así lo comprobaron los técnicos de Augas de Galicia durante una inspección efectuada el mes pasado en estas instalaciones.

La directora hizo hincapié en que la ejecución de las mejoras en esta infraestructura es prioritaria, pues una vez que se ponga en funcionamiento, "evitará la llegada de las aguas residuales contaminantes al embalse", toda vez que "el vertido descontrolado de aguas residuales sin depurar es una de las causas de la eutrofización de este embalse y de la proliferación de cianobacterias".