"Necesitamos más ayudas, muchas más ayudas. Si no se tiene dinero en este país, un niño autista no sale adelante". Con estas palabras una madre pontevedresa, acompañada de su hijo, se dirigió al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y al presidente del PP nacional, Pablo Casado, durante el paseo que ambos realizaron por la Boa Vila en compañía del candidato popular a la alcaldía, Rafael Domínguez.

La mujer recordó que solamente recibe una ayuda por la Ley de Dependencia y que tuvo que viajar a Madrid para que su hijo, Lucas, de 9 años, fuese visto en consulta por un neurólogo privado de renombre. Allí le realizaron un test genómico masivo que les costó 3.000 euros, de los cuales la sanidad pública "no nos pagó nada". A ellos siguieron otros test que no bajan de los 500 o 600 euros.

Tras su reivindicación, que Núñez Feijóo escucha en silencio, Casado interviene para señalar que en los colegios sí hay orientadores, a lo que la madre responde que su hijo ha tenido que ser matriculado en uno privado para obtener la adaptación curricular adecuada a su caso.

El caso del pontevedrés Lucas es uno entre millones. Muchos de estos niños, tal y como aseguró su madre, no tienen las oportunidades que él ha tenido. Al menos no a través de la sanidad pública. Su reivindicación, que dirigió especialmente al presidente de la Xunta de Galicia, ha dado voz a todas las familias gallegas que asumen en solitario el reto de "sacar adelante" a sus hijos autistas.