El albergue de peregrinos aspira a crecer con un segundo piso en número de plazas de aquí a 2021, Año Santo. El objetivo es llegar al menos al centenar para poder asumir la gran afluencia de caminantes que llegarán tanto ese año como en los anteriores. Que el Camiño de Santiago está de moda ya nadie lo pone en duda y que la ruta portuguesa es la que mayor crecimiento ha experimentado, tampoco; las cifras hablan por sí solas. Por ello, Amigos do Camiño Portugués a Santiago trabaja para poder dar un servicio acorde con las necesidades de sus usuarios.

La ampliación del albergue es la única opción que le queda a Pontevedra, después de que la Consellería de Cultura haya dicho en varias ocasiones que no se van a construir nuevos locales en los que los peregrinos puedan pernoctar. Al menos no en las ciudades que ya cuentan con albergues, como es el caso de la Boa Vila.

Celestino Lores, presidente de Amigos do Camiño Portugués, asegura que la opción que más fuerza coge es la de ampliar en un piso el actual albergue. Confirma que ya ha mantenido los primeros contactos con el Concello de Pontevedra para conocer las condiciones urbanísticas que podrían sacar adelante o frenar el proyecto. "En principio, no habría problema en dar una altura más al actual edificio", celebra.

En cuanto a las cuestiones de accesibilidad, podrían solventarse con la instalación de un ascensor o dejando las plazas de la planta baja para aquellas personas con problemas de movilidad, tal y como ocurre ahora.

Con este nuevo piso el albergue se pondría en el centenar de camas para peregrinos, lo que aliviaría el "overbooking" que sufre en determinadas épocas del año y que se agravará con el Año Santo.

En cualquier caos, quien tiene que dar la última palabra es la Xunta de Galicia, la asociación espera por una visita del conselleiro de Cultura para proponerle las opciones barajadas.

Otra de ellas, tal y como avanzó Tino Lores, es la de crecer en horizontal, es decir, haciendo uso de algunos de los almacenes sin uso que Adif tiene en la zona, aunque esto complicaría todavía más el proceso al tener que llegar a un acuerdo también con el Ministerio de Fomento.

El albergue, con 70 plazas en la actualidad, es incapaz de asumir cantidades tan elevadas de caminantes en las temporadas más altas. En invierno, de hecho, no se suele llenar, tal y como confirma Lores.

"El albergue, como instalación, también tiene que cerrar, para airear, cambiar colchones, etc... Aprovechamos estas fechas de poca afluencia porque también los hospitaleros pueden dedicarse a sus familias en esta fecha clave de la Navidad", explica.

Reservas de grupos

Los voluntarios de la asociación que dirige el albergue ya están gestionando reservas para grupos grandes de peregrinos para los próximos meses, tanto para la Semana Santa como en verano, los más concurridos en el Camiño. Estos grupos son desviados a los pabellones de A Xunqueira que ceden sus instalaciones fuera del calendario escolar al albergue. Son los hospitaleros de este los que se mueven entre ambas instalaciones para la atención de los caminantes.