En un plazo de pocos años, muchos de los feligreses de las 193 parroquias que dependen de la Vicaría de Pontevedra, cuya sede está en Salcedo, tendrán que desplazarse a otras localidades próximas para escuchar misa los domingos, llevar a los niños a catequesis o asistir a la eucaristía de Difuntos.

El Arzobispado de Santiago ha proyectado una reorganización de la vida pastoral de este territorio, que agrupa a una treintena de municipios, que tiene el cariz de una auténtica revolución. La acusada caída de vocaciones religiosas de los últimos años ha vaciado de jóvenes los seminarios y la consecuencia es que hay pocos curas en activo, y que muchos de los que siguen trabajando son ya muy mayores para ir corriendo cada domingo de parroquia en parroquia para dar misa. A día de hoy son muchos los que atienden tres, cuatro o más feligresías.

Lo que pretenden las autoridades eclesiásticas es concentrar en lo posible los cultos principales de las 193 parroquias que conforman los siete arciprestazgos pontevedreses (Lérez, Umia, Morrazo, Salnés, Montes, Arousa, y Ribadumia) en solo 26 unidades pastorales. En el municipio de Pontevedra son, entre el rural y el casco urbano, veinte las parroquias afectadas.

En la práctica, esta reorganización significaría que ciertos oficios seguirían haciéndose en todas las parroquias, como por ejemplo las misas y procesiones de los patronos de cada una, o los funerales. Pero los demás se centralizarían en un único centro pastoral, que se ubica siempre en el núcleo urbano más poblado de cada territorio.

El nuevo mapa pastoral, aún sin fecha de aplicación pero ya en fase de diseño, contará con 26 centros principales de culto. En Pontevedra serían los de Santa María la Mayor y Lérez, mientras que en el resto de la comarca se citan los de Campo Lameiro, Amil (Moraña), Cuntis, Portas, San Tomás de Caldas, Ponte Caldelas, Vilaboa, Marín, Carballedo (Cotobade), Sanxenxo y San Xoán de Poio. Éste último pertenece al Arciprestazgo de O Salnés y en esta unidad pastoral se centralizará la actividad de las demás feligresías del municipio como son las del Divino Salvador, Combarro, Samieira y Raxó, así como la de Campañó, en Pontevedra.

La relación de futuros centros pastorales se completa con San Miguel de Catoira, Santa Eulalia de Arealonga (Vilagarcía), Vilanova, Cambados, Ribadumia, San Lourenzo de Nogueira (Meis), San Martiño de O Grove, Dena (Meaño), Bueu, Cangas, O Carme (Moaña), Cerdedo y Forcarei

Se trata de unos cambios de un calado enorme, y aunque por el momento no hay una fecha concreta para la puesta en marcha de estas unidades pastorales, se trata de un sistema que ya están funcionando o pronto empezará a hacerlo en poblaciones como Santa Comba y Milladoiro (A Coruña), Viveiro, Chantada y Sarria (Lugo) o Verín (Ourense).

Envejecimiento

El Arzobispado defiende esta centralización de servicios religiosos en la necesidad de aprovechar al máximo el decreciente número de sacerdotes con que cuenta la Iglesia, más teniendo en cuenta que hay parroquias del interior donde la sangría del envejecimiento, también de los propios sacerdotes, y la despoblación las han vaciado casi por completo.

Así, con las nuevas unidades pastorales, habría uno, dos o tres sacerdotes en cada una, dependiendo de su envergadura, de modo que pudiesen celebrar los cultos principales de la comunidad y, en ciertos casos, desplazarse también los sábados o una vez al mes a otras feligresías próximas.

Pero, como todos los cambios, queda por conocer la respuesta de los católicos de las zonas afectadas, sobre todo en el caso de aquellos que tengan que desplazarse al nuevo centro pastoral.

Una situación que en Galicia es especialmente delicada, ya que las parroquias forman parte desde hace siglos del ADN cultural y sentimental de sus habitantes. Incluso hay quien ha mostrado su preocupación por razones más tangibles, como son los largos desplazamientos que algunas personas tendrían que realizar para escuchar misa los domingos o acudir a catequesis.

Por citar un ejemplo, los feligreses de Gondar o Noalla (Sanxenxo), tendrían su unidad pastoral en el centro de O Grove y los vecinos de Nantes (Sanxenxo), tendrán que acercarse hasta Dena. En ocasiones, la puesta en marcha de estas unidades pastorales ha supuesto la construcción de nuevos templos, mucho más grandes que las iglesias anteriores, y dotados con despachos y salas para impartir cursos. Así se ha hecho por ejemplo en Milladoiro (donde se agrupan 13 parroquias de Ames y Teo), Santa Comba o Chantada. Pero estas obras no se harán de forma sistemática en cada unidad pastoral, ya que se analizará caso a caso la necesidad de un nuevo edificio.