El Concello de Pontevedra dará asesoramiento técnico a las personas y familias afectadas por el trazado previsto en la autovía A-57 en el tramo A Ermida-Pilarteiros. También ofrecerá asesoramiento y cobertura jurídica a las plataformas de afectados por la obra. Así se aprobó en el pleno municipal celebrado ayer, con el voto favorable de todos los grupos de la corporación, ante una moción presentada el grupo Marea de Pontevedra.

El proponente de la iniciativa, Luis Rei, denunció que el proyecto de la autovía A-57, trazada en paralelo a la autopista AP-9, no es una circunvalación para Pontevedra y supone "un malgasto mayúsculo de recursos públicos". Apuntó que esta infraestructura, en su conjunto, supone una inversión de un coste superior a los mil doscientos millones de euros, cuando con ese dinero se podría rescatar el peaje de la AP-9 que ya cumple el servicio que daría la nueva autovía. Criticó además que no se valoren suficientemente las afecciones y el impacto sobre el territorio y las viviendas de los vecinos, que se ven obligadas a desembolsar importantes cantidades de dinero para recurrir este proyecto, mientras que al Estado, con dinero de todos -recordó Rei- le sale gratis.

El portavoz de Marea denunció que la propia Oficina Técnica de Planeamento del Concello advierte que en la documentación técnica no se valoran suficientemente las afecciones y su impacto, como tampoco el planeamiento municipal vigente o la ordenación de los núcleos rurales afectados.

Afectados

Pese a aprobarse por unanimidad, el debate suscitó el enfrentamiento dialéctico entre los diferentes grupos, ante la presencia de un grupo de afectados que trató de intervenir en el pleno, sin conseguirlo porque el alcalde lo impidió.

Así, Rafael Domínguez (PP) espetó a Marea que tiene en su mano paralizar el proyecto, retirando su apoyo a los presupuestos generales del Estado en el Congreso de los Diputados. Al grupo del BNG recordó que en 2003 rechazó frontalmente un trazado que ahora "les encanta", al mismo tiempo que el alcalde "niega las palabra a los vecinos" y "no se reúne con ellos, tienen que abordarle en los pasillos". Y no lo hace, dijo Domínguez, porque Lores "ya no se ve con fuerzas para eso".

Ante los reproches del portavoz popular, el concejal nacionalista César Mosquera acusó a Rafael Domínguez de "mentir" y de hacer estas acusaciones dirigiéndose al público de sala (entre ellos varios afectados por el proyecto) porque "tiene miedo de mirar a la cara al alcalde" para "mentir". En todo caso Mosquera recordó que el BNG apoya la moción de Marea porque "es una declaración de voluntades" que carece de requisitos como un informe jurídico.

También la concejala de Ciudadanos, María Rey, expresó el apoyo de este grupo a los vecinos y afectados, "como ya lo hice el pasado mes de enero, pero si hay que traer una moción a cada pleno se seguirá apoyando", pese a entender que la infraestructura, en sí, "es necesaria y demandada".

En su réplica, Luis Rei (Marea) acusó a BNG, PP y PSOE de ir "de la mano" en este proyecto que supondrá "una cuchillada" al rural pontevedrés.

Informe técnico

En un punto anterior se aprobó el informe técnico del trazado y el estudio de impacto ambiental, presentado por el Ministerio de Fomento. Salió adelante con la abstención de Marea y el Partido Popular y tras un rifirrafe entre el alcalde Lores y el portavoz de los afectados de Xeve y Bora, quien trató de hablar ante el pleno y se topó con la negativa del regidor municipal.

César Mosquera (BNG) dijo al iniciar su turno de intervención que "no tiene sentido este debate" en público, porque lo que se llevaba al pleno era un documento técnico, elaborado por los funcionarios.

Por el PP, Rafael Domínguez, criticó un informe que considera "extemporáneo" que se lleva al pleno "tarde, mal y arrastro". Domínguez criticó que el alcalde no dejase hablar al representante vecinal y acusó al BNG y a Miguel Lores de "traicionar a dos parroquias y a sus vecinos" a los que "ni siquiera recibe"