Más de 9 horas en una camilla y en un pasillo de Urgencias en el centro hospitalario Montecelo. Ese es el tiempo que ayer tuvo que esperar un hombre de 89 años enfermo de neumonía y sus familiares, que vivieron junto a él horas de angustian exigiendo al personal sanitario una solución a la situación de improvisación a la que se vieron sometidos.

"Sabemos que está grave y no pedimos que hagan un milagro. Está con morfina, preparado para lo que pueda pasar", explica una de las hijas del enfermo, que considera que un pasillo es un "lugar indigno" para mantener durante tantas horas a una persona cuya salud está en estado crítico.

Esta familia solicita una mayor celeridad en la atención a los enfermos crónicos, tratando de acelerar su ingreso hospitalario, o el alta con medicación en caso de que esa esa la decisión médica final, "pero no pueden tener a una persona de tanta edad desde las 7 de la mañana en un pasillo. No es digno".