Más de la cuarta parte de la población pontevedresa sufre la pobreza energética debido a su baja capacidad económica para poder hacer frente a las elevadas tarifas establecidas en el mercado.

Así lo denunció ayer la federación de pensionistas del sindicato Comisines Obreras, que salió a la calle para recoger firmas en las diferentes ciudades gallegas para revertir esta situación bajo el lema "A enerxía é unha necesidade. É o teu dereito".

Pontevedra, con un 26,5 por ciento de sus habitantes afectados, es la segunda ciudad gallega que más sufre la pobreza energética, según confirmó ayer Luis Camiña, que participó en la recogida de firmas en la Praza da Peregrina y que informó de que a nivel gallego son cerca de 600.000 personas las que no pueden o tienen serias dificultades para pagar sus recibos.

Los pensionistas son los más afectados por tener los ingresos más bajos, "pero hay que tener en cuenta que también son muchos los ciudadanos en edad laboral que no tienen trabajo y cuyos recursos son muy bajos debido a la explotación a los trabajadores", recalcó.

"Una pareja de pensionistas son dos personas, pero una de jóvenes si tiene hijos no llega", añadió.

"La mayoría de gasto es en consumo eléctrico y en otros tipos de energía, que tienen unos impuestos escandalosos y con recibos en los que los consumidores pagan dos veces el mismo concepto de transporte, se lamentó.

Otra de las reivindicaciones es que se aplique e este tipo de suministros un IVA del 10 por ciento.

El sindicato recuerda que desde el año 2007 la electricidad se ha incrementado en el mercado un 60 por ciento, todo lo contrario que los ingresos de las familias en el mismo período.

"La pobreza energética supone pasar frío en el invierno y calor en el verano y, en muchos casos, habitar viviendas con humedad, además de no disponer del mínimo necesario de agua caliente ni iluminación", denuncia.

Por su parte, Mercedes Márquez agregó que el dinero que se invierte en los suministros tiene que ser restado por las familias a otro tipo de gastos básicos, como la alimentación. "Las familias con niños lo tienen muy complicado ante esta situación", manifestó.

"Pedimos al Gobierno de España que tome medidas exactas ante esto. Lo que no puede ser es que se le corte la luz a las familias porque no pueden pagarla", añadió.

Los precios obligan a que los vecinos se autolimiten el consumo en horas para evitar que el recibo se dispare a final de mes. En este sentido, denuncian los pensionistas de CC OO, las tarifas planas no solucionaron el problema, sino que lo empeoraron.