Dos hombres tuvieron que ser rescatados esta mañana en la playa de Foxos, en A Lanzada, cuando se encontraban en apuros en el mar. Se trata de un percebeiro y un buzo, que fueron auxiliados por un barco y los servicios de emergencias de Sanxenxo, respectivamente.

Todo comenzó cuando el joven submarinista, un vecino de Poio de 22 años, comenzó a sentirse indispuesto tras sumergirse en el mar con un monitor en una actividad de una escuela de buceo y cuando no había descendido ni un metro.

Un percebeiro de Portonovo que se encontraba por la zona no dudó en echarse al agua para intentar ayudar al buzo, a quien el mar empujaba contra las rocas. Sin embargo, la tarea de rescate se complicó y él mismo terminó siendo arrastrado mar adentro. La alerta la dieron una mujer de la isla de A Toxa que estaba recogiendo conchas para la venta de abalorios y unos turistas canarios que visitaban las Rías Baixas, testigos todos ellos del suceso.

Salvamento Marítimo lanzó entonces una alerta a los barcos que se encontrasen en la zona por si podían acercarse mientras no llegaba el helicóptero, un SOS que recibió el "Rocío del Mar", con base en Combarro, que estaba trabajando en ese momento en las proximidades lanzando nasas. Su patrón, Roberto Carlos Fernández Lores, y un marinero a bordo respondieron a la llamada y solicitaron la localización exacta. Lograron rescatar al percebeiro, ya que al submarinista indispuesto y a su compañero los ayudaron Emerxencias Sanxenxo. Finalmente, no fue necesaria la intervención del helicóptero.

También se trasladaron hasta Foxos dotaciones de la Guardia Civil, la Policía Local y un guardia rural. Una ambulancia del 061 trasladó al submarinista hasta un centro hospitalario, aunque no hubo que lamentar daños personales importantes al no producirse la descompresión ni ningún otro incidente propios de la actividad de buceo. Todo quedó en un susto resuelto rápidamente por los servicios de emergencia y la propia iniciativa de los trabajadores del mar.