Los catorce municipios de la comarca de Pontevedra registraron el pasado año un total de 3.229 matriculaciones de turismos, lo que supone un aumento del 7% con respecto a las cifras del ejercicio anterior. Sin embargo, este aumento se concentra de forma especial en Pontevedra y, en menor medida en Poio y Marín, ya que en gran parte del territorio se han producido descensos en el número de operaciones. La polémica sobre el diesel, la falta de ayudas oficiales en determinadas modalidades y otras causas se sitúan detrás de un aumento menos destacado del esperado.
El municipio de Pontevedra cerró el año con 1.555 turismos, un 10% más que en 2017, según los datos provisionales del Instituto Galego de Estatística (IGE), basados en los balances de la Dirección General de Tráfico. Poio concluyó con un 16% de mejora hasta sumar 311 matriculaciones y en Marín aumentó la cifra un 11%, hasta 423 ventas.
Pero a partir de ahí, el mercado cae, en especial en Caldas y Sanxenxo, pero también en Moraña, Campo Lameiro, A Lama o Ponte Caldelas.
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En el caso del municipio de Pontevedra, la mejoría fue general en casi todas las modalidades. Además de los 138 turismos más matriculados que en 2017, aumentó el número de camiones y furgonetas, autobuses y motocicletas, mientras que los ciclomotores continúan su desplome y en cuanto a los tractores, se mantiene estable.
El mejor mes, con diferencia, del pasado año, fue el de agosto. El pasado 1 de septiembre entraba en vigor el cambio en la normativa de medición de emisiones WLTP para todos los coches matriculados desde entonces, lo que hizo que agosto se convirtiera en una sucesión de ofertas y gangas en los concesionarios para desprenderse de sus modelos. Ese "boom" de ventas se tradujo en Galicia en un incremento del 40% en las matriculaciones con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la comarca de Pontevedra ese aumento se cifró en algo más de 26%.
Si en agosto de 2017 hubo 247 operaciones con turismos, un año después el número creció hasta 336, especialmente en Pontevedra, Marín, Sanxenxo y Caldas.
Del mismo modo, septiembre fue el mes más flojo de todo el año, con apenas noventa operaciones en la capital, en el apartado de turismos, muy por debajo de la media de 130 mensuales a lo largo del ejercicio que acaba de finalizar.
La polémica con el diesel se ha visto reflejada también en el tipo de carburante que eligen los compradores a la hora de optar por su coche nuevo. Aunque en este caso los datos provisionales de los que dispone la Dirección General de Tráfico se refieren a toda la provincia, se pone de manifiesto que la gasolina le ha ganado la partida al diesel.
De los 19.530 coches matriculados en toda la provincia el pasado año, el 47,8% (9.351) se alimentan de este último combustible, mientras que otros 9.476 (el 48,5) utilizan gasolina. Otros combustibles todavía presentan cifras muy residuales, en especial los coches eléctricos, con apenas 112 altas en todo el año pasado en la provincia, o el GLP, con 203 nuevos turismos matriculados.
