La borrasca Gabriel dejó ayer el primer accidente marítimo del año en O Morrazo, un suceso que afortunadamente se saldó sin daños personales. Los dos tripulantes del "Petrel", un barco con base en Portonovo, pudieron salvar ayer la vida al conseguir desembarcar en las rocas del entorno de Cabo Udra, en la parroquia de Beluso. La embarcación se quedó sin gobierno después de que un cabo de la misma se enganchase en la hélice del motor y el fuerte mar acabó llevándola hacia las rocas. Los dos tripulantes acabaron saltando a tierra en cuanto comprobaron que era imposible continuar a bordo para salvar la embarcación, que ayer permanecía semihundida.

El suceso ocurrió alrededor de las once de la mañana, cuando el "Petrel" estaba en ruta de regreso hacia el puerto de Bueu, donde tenía previsto descargar las capturas de erizo de la jornada. La embarcación estuvo trabajando en el entorno de Cabo Udra y cuando navegaba por delante de la playa de Ancoradouro, en una zona conocida como Robaleira, un cabo se enganchó a la hélice del motor, lo que dejó sin gobierno al barco.

Sus tripulantes eran Ramiro Sabarís, natural de Portonovo y vecino de Pontevedra, y el cangués Marcos Álvarez. Los marineros pudieron dar aviso a los servicios de emergencia y el 112 movilizó un operativo de rescate en el que participaron Salvamento Marítimo con la lancha "Salvamar Mirach" con base en Cangas, Guardia Civil y Policía Local de Bueu. La tripulación del "Petrel" lanzó un primer rizón al mar para intentar anclar el barco y evitar que la corriente lo acabase llevando contra la rompiente. Sin embargo, ese ancla acabó rompiendo y los marineros lanzaron un segundo, aunque todo indica que ya era demasiado tarde.

El mar acabó mandando al "Petrel" por encima de una especie de cinturón de rocas y acercándolo peligrosamente contra los acantilados de Cabo Udra. La intención inicial era esperar la llegada de la "Salvamar Mirach" para intentar remolcar el barco, una posibilidad que hubo que descartar tanto por las condiciones del mar como por la imposibilidad de que la embarcación de Salvamento se acercase a la zona en la que quedó el "Petrel". Los dos tripulantes vestían trajes de neopreno y finalmente tuvieron que saltar al mar para llegar a las rocas y ponerse a salvo. También pudieron recuperar algunos de los enseres y del material que llevaban a bordo. A continuación los dos hombres fueron trasladados por familiares y la Policía Local a las instalaciones de la lonja de Bueu. La Guardia Civil se encargará ahora de investigar las circunstancias del accidente de ayer en la costa de Cabo Udra.

El "Petrel" permanecía ayer en la zona, visible, semihundido y a merced del mar, que ya había roto el puente del barco. Se trata de una embarción de unos 5,5 metros de eslora y fabricada en poliéster. La posibilidad de remolcarla va a depender de las condiciones meteorológicas y del mar durante los próximos días. Las previsiones en principio no son halagüeñas, a lo que hay que añadir que el barco que se acerque a intentar el remolque tiene que atravesar previamente una barrera de rocas.