Los propietarios de las viviendas afectadas por el fuego comienza ahora una batalla con las aseguradoras para que la reparación de los desperfectos se inicie cuanto antes.

La mayor parte de los afectados ha conseguido una vivienda alternativa en la que reubicarse mientras la situación no se aclara.

José Manuel Vales es propietario del 2ºD un piso que, como todos los situados en este bloque, sufrió la virulencia del fuego. En él reside desde hace tres años una familia inmigrante integrada por 4 adultos y dos niños. La primera noche tras el suceso el Concello les realojó en un céntrico hotel de la ciudad, pero ayer carecían de alternativa.

Inquilinos y propietario esperaban en el interior del inmueble, inhabitable, a que el perito de la compañía aseguradora de la comunidad de vecinos revisase los desperfectos, sin saber dónde pasarían la noche.

El propietario lo tenía claro. "En la calle no los voy a dejar. De ninguna manera. Si nadie les da una solución tendré yo que buscarles una alternativa y luego pelearme con el seguro para que cubra los gastos que se deriven del realojo". Lamentaba, sin embargo, la falta de celeridad para resolver una situación de emergencia como la de sus inquilinos.