Carmen Arche tiene 87 años de edad y vive en el 5ºD del edificio afectado por el fuego. El domingo se había trasladado a Santiago a comer y pasar el día con amigos y fue allí donde recibió la noticia. "Me llamó mi vecino, pero me lo contó tratando de tranquilizarme. Me dijo que mi piso estaba bien, que estuviese tranquila".

Pero nadie es capaz de conservar la calma cuando sabe que su vivienda corre peligro, así que no tardó mucho en regresar para comprobar qué había pasado.

Lamparas, cortinas, ventanas, azulejos, complementos y muebles están destrozados. "A mí ya me dieron dos infartos, si llego a estar en casa en el momento del incendio me hubiese dado algo, seguro. Tuve mucha suerte estar fuera".

Carmen Arche se trasladará a Vilagarcía, donde posee un apartamento en el que se instalará en los próximos días. "Ahora estoy en casa de unos amigos porque estos primeros días quiero estar cerca de mi casa. Tengo que ventilar todo para ver si ese olor tan desagradable va desapareciendo".