Las amenazas por parte de un camionero a dos ciclistas que circulaban por la carretera vieja de Marín el pasado mes de octubre, con la presunta agresión con un martillo a uno de ellos, sigue su curso en los juzgados pontevedreses. Concretamente en el de instrucción número 3, el que estaba de guardia en el momento de los hechos y que ya ha comenzado a practicar las primeras diligencias para esclarecer lo sucedido aquella tarde, unos hechos que quedaron registrados en parte en un vídeo que llegó a hacerse viral.

Entre esas diligencias se encontraba la declaración de uno de los dos ciclistas perjudicados, concretamente el que supuestamente recibió los golpes con el martillo durante aquel incidente. Delfín S.M. acudió ayer a las dependencias judiciales de A Parda para dar su versión de lo sucedido y tras comparecer ante el juez solo trascendió que ratificó los hechos que ya relató en su día y la denuncia contra el camionero.

Esta no es la única diligencia que ha ordenado el juzgado. Por ejemplo, ya está en manos de la jueza que instruye el caso y de las partes un primer informe forense sobre las lesiones que sufrió esta persona. Aparecen reflejadas policontusiones y síntomas de posible estrés postraumático provocado por aquel incidente. Se trata de un informe que todavía no es definitivo, dado que se le está realizando seguimiento para ver como evoluciona, precisamente, esta situación de estrés derivada de aquel incidente. Inicialmente, todo hace indicar que las lesiones físicas no eran graves, pero sí que el incidente dejó una importante huella emocional en la principal víctima de los hechos.

Una vez escuchado al ciclista, es probable que el juzgado siga ordenando nuevas diligencias, como puede ser la declaración del investigado, quien todavía no ha sido citado para comparecer ante el órgano instructor del caso y que en su momento dio una versión contrapuesta de los hechos a la de los ciclistas. Se prevé que pueda ocurrir a lo largo del próximo mes.

Mientras que los dos ciclistas aseguran que el camionero salió persiguiéndolos con un martillo y agrediendo a uno de ellos después de que le recriminasen un adelantamiento peligroso, el transportista aseguró que fueron los dos deportistas los que iniciaron la pelea con insultos y lanzándole un puñetazo a través de la ventanilla del camión tras haberlos rebasado, según su versión, correctamente.