Todos coinciden en que la falta de una normativa urbanística municipal sobre los crematorios, cuya anulación definitiva acaba de resolver el Tribunal Supremo es un "grave motivo de preocupación", pero a la hora de buscar responsables las opiniones difieran. El gobierno local cree que el recurso formulado en su día por la Plataforma Crematorio Non Pontevedra Leste erró en su objetivo "y ahora corremos el riesgo de que se instale uno de estos hornos en cualquier sitio". El colectivo vecinal acudió a los tribunales para tratar de elevar la franja de separación de 50 a 500 metros pero ahora no se fija ninguna, por lo que culpa al gobierno local.

Uno de sus portavoces, José Antonio Ramírez Amor, acusa al Concello de elaborar en su día una norma que era "una chapuza", que carecía de estudio ambiental (razón que esgrime el TSXG en su sentencia ahora confirmada por el Supremo) y porque "no se quiso dialogar con nosotros" y evitar así el recurso judicial que ha dejado ahora a la ciudad sin armas para regular los crematorios. La plataforma se moviliza cada quince días en A Parda contra el proyecto detrás del cementerio de San Mauro, sin avances desde hace años, pero que podría ejecutarse con o sin normativa municipal.

En términos casi similares se pronuncia Luis Rei, portavoz de Marea, que reprocha al gobierno local "su incapacidad para llegar a acuerdos". Subraya que "los vecinos se vieron abocados a acudir a la vía judicial porque el Concello no dialogó con ellos y elaboró una normativa que no incluía una evaluación ambiental".

Por su parte, desde el PP y el PSOE se cree que un nuevo PXOM podría resolver este conflicto. El portavoz popular Rafael Domínguez, cree que "es una desvergüenza que el BNG culpe a los vecinos. Urge elaborar un nuevo PXOM, solo así podremos evitar que en Pontevedra se puedan construir crematorios al lado de las viviendas".

Los populares recuerdan que la citada normativa "establecía una distancia mínima de 50 metros con respecto a las viviendas para la construcción de un crematorio, pero la desastrosa gestión del Gobierno local deja sin protección a los vecinos de Pontevedra. Hoy por hoy, si se quisiese construir un crematorio en cualquier zona de Pontevedra, sería posible", lamentó Domínguez.

El PP señala que la modificación puntual del PXOM no sirvió de nada, "fue solo un remiendo, que ahora nos devuelve a la situación inicial". El portavoz de los populares exige a Lores que asuma responsabilidades y no eche balones fuera culpando a los vecinos sobre "una cuestión que estaría resuelta si Pontevedra contase con un Plan General acorde al siglo XXI".

"Desde el Partido Popular llevamos muchos años reclamando la elaboración de un nuevo Plan General que no solo permite establecer suelo empresarial y generar empleo, también establecería el uso del suelo, un PXOM es necesario para dar seguridad jurídica. Lo hemos comprobado hace poco en Mollabao y lo estamos comprobando ahora con la posibilidad que se da de construir crematorios en cualquier zona de Pontevedra", apunta.

Por su parte, el PSOE insiste en la idea del Plan General. Fue este partido, durante la etapa de Antón Louro en la Concejalía de Urbanismo, entre 2011 y 2015, el que impulsó la modificación urbanística ahora anulada por el Supremo. Su actual portavoz, Agustín Fernández, evita entrar en la validez o no de aquella fórmula, pero si aprovecha para criticar al BNG por "tener en un cajón" el nuevo PXOM y coincide con el PP en que este documento sí puede definir con claridad el emplazamientos de los hornos.